Presupuesto

Nahle necesita otros USD 6,500 millones para Dos Bocas y hay malestar entre los consejeros de Pemex

La obra terminaría costando el doble de lo presupuestado. Ya hay oposición sobre incrementar los recursos. Exigen transparencia.

El presupuesto que seguirá requiriendo la refinería Dos Bocas ya causa divisiones entre los consejeros de Petróleos Mexicanos, preocupados por los sobrecostos que ha y sigue implicado, pero también la falta de transparencia en su gasto.

El conflicto fue expuesto por la agencia Bloomberg y Reuters, en donde se recogen testimonios de fuentes que prefirieron guardar el anonimato, que aseguran que el nuevo presupuesto fue rechazado por tres consejeros independientes, el cual rondaría los 6,500 millones de dólares adicionales.

Los recursos requeridos serían para cubrir este año obras que no fueron contempladas inicialmente. De acuerdo con los reportes, el presupuesto fue aprobado la semana pasada, pero no sin la oposición de algunos miembros independientes.

Dichos recursos implican 5,618 millones para continuar las obras y otros 853 millones para poner en marcha la operación de esta refinería que fue inaugurada en julio en su fase de prueba, en medio de múltiples críticas y cuestionamientos.

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Vale recordar que, en un inicio, la secretaria Rocío Nahle calculó el costo de esta mega obra en 8,900 millones, sin embargo, previo a julio, el gobierno reconocía un sobrecosto de hasta 30%, rondando los 12,000 millones.

De acuerdo con lo trascendido, los nuevos costos calculados se relacionan con mayores precios en las plantas que la integrarán, obras asociadas y plantas de cogeneración. Sin embargo, entre los consejeros también hay un señalamiento de la falta de transparencia sobre estos gastos, lo que también genera preocupación en la Secretaría de Hacienda y Crédito Púbico.

No obstante, para López Obrador esta obra es esencial para su proyecto de Gobierno, en este caso, en su defensa de la industria energética del país, pues defiende que debe apuntarse por la soberanía energética y por impulsar las empresas estatales, por lo que no ha hecho oído a las críticas y alertas, incluso de expertos que fueron cercanos a la 4T y que ya advertían, al inicio de la administración, que ni el tiempo ni los montos estimados se cumplirían.

En el mercado, agencias crediticias e instituciones como el FMI tampoco han dado su voto de confianza a este proyecto y han cuestionado su viabilidad financiera, sobre todo, en un entorno de fuertes presiones financieras y económicas tras la pandemia y los choques por la guerra de Rusia y Ucrania y los impactos que podría tener en Pemex, que mantiene una elevada deuda.