Maduro quiere a Colombia como sede del diálogo con la oposición
Nicolás Maduro quiere volver a la mesa de diálogo con la oposición para terminar de normalizar la relación con Estados Unidos y contar con legitimidad internacional para ir por la reelección en 2024. Como anticipó LPO, Caracas y Washington viene avanzando en la relación con la exportación de petróleo a través de Chevron como eje principal.
Pero en el chavismo buscan aprovechar el contexto de guerra para solidificar esa alianza y forzar a la Casa Blanca a levantar las sanciones económicas. Para eso, Estados Unidos debe resolver su propia interna pero especialmente se espera un gesto de Miraflores para reactivar el diálogo con la oposición.
Maduro está dispuesto, incluso cediendo reclamos como la libertad del empresario y supuesto testaferro del presidente, Alex Saab, detenido en Estados Unidos y hecho por el cual se detonó la ronda de conversaciones en México.
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El jefe de la delegación de la Plataforma Unitaria, Gerardo Blyde, dijo a un medio local que "estamos con altísimas probabilidades de retomar el proceso de negociación muy pronto". "El discurso político no es suficiente. Hay que acompañar a la gente... ¿De verdad nos estamos recuperando o es un sector que se ha revitalizado con la importación? Cuando la gente va a un hospital o mandas a tus niños a las escuelas públicas... ¿hay una verdadera recuperación?, pues no. Eso no se está sintiendo, solo lo siente un pequeño porcentaje de la población que maneja dólares", añadió y afirmó que "el diálogo es el mejor camino para resolver los problemas del país".
La declaración de Bylde es el primer paso para generar el consenso de la oposición quien también debe reconfigurar sus liderazgos. "No podemos presentarle a la sociedad como alternativas a las mismas personas que fueron parte de los conflictos", dijo una fuente opositora a LPO en una crítica a Juan Guaidó y su "gobierno interino". "¿Qué pasó con los fondos del gobierno interino en el exterior o la ayuda humanitaria? Alguien debe dar explicaciones de todo eso", continuó.
Gerardo Blyde, jefe de la delegación de la Plataforma Unitaria.
Maduro busca reorientar la sede del diálogo y la opción que surge con más fuerza es Colombia. La llegada al poder de Gustavo Petro es un impulso y a una semana de asumir el mando ya se avanzó, no solo en la apertura formal de las fronteras sino también con vínculos entre cancilleres y presidentes del Congreso. El presidente colombiano estaría de acuerdo con el desafío y Estados Unidos y un sector de la oposición no ofrecería resistencia.
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"Hay que convencer a los duros que consideran a Petro como castro-chavista y tiene relaciones con el uribismo y los halcones republicanos de EEUU", dicen cerca de Maduro. De todas formas, las fuentes consultadas no descartan que el diálogo transcurra en Venezuela.
"Maduro quiere acordar rápido porque necesita cash, por eso dejaron de mandar petróleo a Europa", cuenta alguien que sigue de cerca las negociaciones desde el principio.
Sobre la mediación, todo parece indicar que seguirá siendo Noruega, con quien el gobierno venezolano decidió aceptar de manera formal al embajador de Oslo. En un momento se barajó la posibilidad de un rol de la Celac y de Alberto Fernández en particular pero el enojo de Miraflores con el avión retenido enfrío un vínculo que venía creciente. No obstante, en el gobierno argentino aclaran que Maduro será invitado a la reunión de la Celac en Buenos Aires que desarrollará en diciembre y no se descarta una reunión bilateral.