Independentismo

Borràs reaparece en el acto del 17-A y es aupada por independentistas conspirativos que rompen minuto de silencio

La extitular del Parlamento mantiene una puja interna con el grupo de Turull en Junts y quiere erigirse como figura central del independentismo. Los posconvergentes tomaron distancia luego de que Borràs saludara al grupo que boicoteó la ceremonia.

 Laura Borràs participó este miércoles del acto por el quinto aniversario del atentando en La Rambla y Cambrils y logró que su presencia se hiciera sentir. La presidenta de Junts, en plena puja por su suspensión como titular del Parlament, quedó en la cuarta fila, lejos del presidente catalán Pere Aragonès, la alcaldesa de Barcelona Ada Colau y los ministros Miquel Iceta y Raquel Sánchez, pero recibió el apoyo de sectores del independentismo que se acercaron a la conmemoración con el objetivo de boicotearla.

Un grupo de 40 personas interrumpió el minuto de silencio para las víctimas del atentado perpetrado el 17 de agosto de 2017. Uno de los manifestantes incluso gritó la frase "vamos a dar un pequeño susto a Cataluña", en alusión a las palabras del excomisario José Manuel Villarejo, que han disparado teorías conspirativas en torno a la autoría del ataque y las presuntas y nunca demostradas conexiones con el CNI. Esa versión de lo ocurrido el 17-A fue alentada por las filas más intransigentes del independentismo.

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Una vez terminada la ceremonia, los manifestantes pro procés recibieron a Borràs con gritos de "presidenta" y entonando Els Segadors. En Junts han evitado comentar el gesto de la líder del partido, quien ha avalado a los conspirativos. La supuesta opacidad en torno al 17-A fue promovida en su momento por figuras del independentismo como Carles Puigdemont y Quim Torra, e incluso por políticos ajenos al soberanismo catalán, como Pablo Iglesias. Junts ha sido la formación que más alentado las acusaciones contra el CNI y el Estado español.

 De izquierda a derecha, Jordi Puigneró, Miquel Iceta, Raquel Sánchez, Pere Aragonès, Meritxell Batet y Ada Colau.

Consultados por LPO, dirigentes de partidos constitucionalistas e independentistas señalan a Borràs por recurrir a estos grupos como un último intento por ganarse el favor de la calle. Sin dudas, la polarización que inauguró el procés ha tenido un punto álgido durante la conmemoración y la jefa de los posconvergentes demostró que sigue siendo la preferida entre los sectores más radicalizados del independentismo. Esa base, piensa, podría ayudarla a recuperar la titularidad de la Cámara catalana. Si no es por medio de un acuerdo, deberá ser por presión. 

La disputa no es solo al interior de Junts, sino dentro del campo independentista. Junts quiere distinguirse de la vía dialoguista del presidente Aragonès, cuando las elecciones municipales auguran una batalla entre las formaciones soberanistas y con un Ejecutivo regional cada vez más ríspido

Ayer martes, los diputados de Junts pidieron a la Mesa del Parlament que revieran la suspensión de su líder, ya que vulnera "el derecho a la presunción de inocencia y a la participación política", aunque el reglamento indica que Borràs debía ser apartada. Los posconvergentes prometen llevar el caso a instancias europeas. Estos planes no tendrán efecto ni dentro ni fuera de Cataluña, algo que ellos mismos saben, pero que entienden es una manera de ejercer presión interna.

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Borràs debe mantenerse en el candelero para que Junts pueda correr a su todavía socio de ERC y para robustecer a las filas del partido que no resignan una consulta sobre la autodeterminación. En otras palabras, cerrarles el paso a los de Jordi Turull. El secretario general de la formación ya comprendió de qué va la estrategia de Borràs y hoy llamó a la movilización y a "pasar a la acción" de cara al 1-0.

 El secretario general de Junts, Jordi Turull, durante el congreso partidario de junio pasado.

"El gran potencial del catalanismo político es la gente. El movimiento independentista ha ido de abajo a arriba", indicó Turull en un claro mensaje a ERC. La disputa no es solo al interior de Junts, sino dentro del campo independentista. Junts quiere distinguirse de la vía dialoguista del presidente Aragonès, cuando las elecciones municipales auguran una batalla entre las formaciones soberanistas y con un Ejecutivo regional cada vez más ríspido. 

Desde Junts aseguraron que el partido "reitera su apoyo a las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils y sus familiares" y rechaza por tanto "la interrupción del minuto de silencio de hoy en la Rambla de Barcelona". Sin embargo, la presidenta de la formación contradijo a los posconvergentes con su gesto y comenzó, aunque sin explicitarlo, la campaña para las municipales.