Elecciones 2023

Sánchez niega cambio de ministros, pero pone al PSOE en modo campaña para 2023

En Moncloa ven con preocupación los casos de Puig y Lambán, aunque confían en retener todas las autonomías. No se descartan reemplazos puntuales antes de fin de año.

 Pedro Sánchez descartó este martes que esté preparando una crisis de gobierno antes de fin de año, aunque en el PSOE ya ultiman la estrategia de campaña para las municipales y las autonómicas de 2023. La orden del presidente es que los ministros que no harán parte de las listas prioricen la gestión, mientras que los cargos del partido tienen que abocarse de lleno a recuperar músculo político y retener poder territorial.

"En algunas ocasiones me encuentro en los medios de comunicación noticias que ni tan siquiera he pensado", deslizó Sánchez tras negar un inminente cambio de ministros. La renovación de la cúpula partidaria basta por ahora, según confió el líder de los socialistas a figuras cercanas, y una jugada que quite a funcionarios cuestionados no hará más que poner la lupa sobre el PSOE.

El PSOE se relanza para 2023: repunte electoral, presupuestos sociales y una ejecutiva sin fisuras

A finales de septiembre se cerrará el plazo para la presentación de las candidaturas y Sánchez quiere seguir de cerca el proceso en las nueve comunidades autonómicas en manos de los socialistas, en especial en La Rioja y Cantabria, donde el PSOE secunda al PRC de Miguel Ángel Revilla. En Moncloa buscan evitar cualquier imprevisto y hasta evalúan candidaturas alternativas en los territorios donde no haya certezas sobre una reelección segura para los barones socialistas.

Pedro Sánchez junto a su número dos en el PSOE, María Jesús Montero, durante la última reunión de la Ejecutiva, a finales de julio. 

En realidad, en el PSOE están ansioso por cambiar la racha de los últimos comicios en los que el PP se ha revalidado en Galicia, Madrid, Castilla y León y Andalucía, nada fuera de lo esperado, pero con buenos resultados que permitieron a los populares pasar rápido de página a la crisis de febrero pasado e inaugurar un ciclo de crecimiento en las encuestas a nivel nacional. Sánchez también aspira a evaporar el llamado "efecto Feijóo" antes de las generales de diciembre de 2023. 

La obsesión socialista pasa por compensar la derrota en Andalucía -una pérdida que aún cuesta asimilar en Ferraz y a la vez una plaza necesaria para un triunfo en las generales- con una victoria en Barcelona, como puntapié inicial para pelear por la Generalitat

Como lo demuestra el arribo de Patxi López y Pilar Alegría, el PSOE está listo para cruzar al PP. Los socialistas han visto que la estrategia de moderación con Génova le ha dado alas a dirigentes como Isabel Díaz Ayuso y el propio Feijóo. Por eso Sánchez ha pactado una tregua con sus socios de Unidas Podemos: a la vez que asegura la paz interna, crucial para aprobar los próximos presupuestos, direcciona la energía hacia el PP. Los populares avisaron que arrebatarán a sus rivales ayuntamientos y comunidades, inspirados en su éxito en Andalucía.

El PSOE expone a Feijóo ante la presión de Ayuso y le pide que "ponga orden" en el PP 

Sánchez sabe que la suerte del PSOE y la posibilidad de una segunda legislatura depende del poder territorial que pueda exhibir de cara a las generales, y en ese sentido la obsesión socialista pasa por compensar la derrota en Andalucía -una pérdida que aún cuesta asimilar en Ferraz y a la vez una plaza necesaria para un triunfo en las generales- con una victoria en Barcelona, como puntapié inicial para pelear por la Generalitat.

 El presidente del gobierno de Aragón, Javier Lambán, a principios de julio en Teruel. 

Tanto socialistas como populares avizoran una reedición del bipartidismo y no esconden que las respectivas estrategias también contemplan debilitar a las formaciones más pequeñas. En el caso del PSOE trabajan en la consolidación de Adrián Barbón en Asturias, Guillermo Fernández Vara en Extremadura, Ángel Víctor Torres Canarias y Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha y en calentar las campañas de Javier Lambán en Aragón, María Chivite en Navarra y Francina Armengol en Baleares.

Sánchez y Díaz miran más allá de los presupuestos y fijan una hoja de ruta para 2023

Hay dudas respecto al liderazgo de Ximo Puig luego de la renuncia forzada de Mónica Oltra y un desgaste de la coalición con Compromís. Fuentes del partido dijeron a LPO la Comunidad Valencia es clave para asegurarse un triunfo en las generales. Lambán tiene el camino despejado para revalidarse, aunque no goza de la confianza de Sánchez y en el partido dan por descontado que "seguirá su propio juego". Primero, razona el presidente del gobierno, Lambán tiene que ganar y después se verá cómo recomponer la relación o bien cuál será su reemplazo. 

Hasta el momento, Sánchez ha logrado alinear al partido detrás de su proyecto político, pactado con Yolanda Díaz una competición sin agresiones entre PSOE y Sumar y rearmado la base de apoyo parlamentario tras la reforma laboral. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, el presidente no está dispuesto a precipitar una crisis de gobierno, al menos no una masiva o que se asemeje a una purga. Sin embargo, los cambios puntuales en el Ejecutivo no están fuera de discusión.