Texas

Beto O'Rourke negocia con Abbott el formato del debate final para saldar la campaña en Texas

El gobernador aceptó debatir a fines de septiembre por ùnica vez, pero el candidato demócrata quiere tres mano a mano. El detrás de escena para no cometer errores y ganar la pulseada.

Cuando faltan tres meses para las decisivas elecciones de Texas, Greg Abbott anunció en las últimas horas que está dispuesto a debatir con su histórico retador, Beto O'Rourke. El gobernador anunció que llegó a un acuerdo con el candidato demócrata para participar de un debate el próximo 30 de septiembre en el Valle del Río Grande.

En una campaña más reñida de lo que se suponía, con Abbott afectado por la masacre de Uvalde, la muerte de 53 migrantes en San Antonio y la prohibición del aborto, los rivales aceleran con sus campañas y discuten cada día a través de declaraciones publicas. En paralelo, sin embargo, negocian el formato de los debates que pueden inclinar la balanza hacia uno o hacia otro.

Abbott dio como un hecho la realización del encuentro. Dijo que había aceptado una invitación de Nexstar Media Group para debatir con O'Rourke la noche del 30 de septiembre en la Universidad de Texas Rio Grande Valley en Edinburg. Su equipo de campaña dejó en claro cuál era su postura en el marco de los intercambios con el equipo de Beto. Aseguraron que el del 30 de septiembre será "el único debate para gobernador de las elecciones de 2022".

El gobernador de Texas, Greg Abbott.

Ante el anuncio del gobernador sobre el supuesto acuerdo para participar de la discusión en el Valle, Beto respondió de inmediato y buscó enseguida diferenciarse para condicionar a su rival republicano: no se comprometió con el debate del 30 de septiembre ni tampoco lo descartó por completó pero reclamó hacer tres "debates al estilo cabildo".

"Esperábamos asistir a un foro organizado por Nexstar Media Group en el Valle del Río Grande en una fecha y hora acordadas mutuamente, pero un debate en una comunidad para todo el estado de Texas no es suficiente", dijo el portavoz de Beto, Chris Evans, a través de un comunicado.

La campaña de O'Rourke dijo que además quiere que Abbott "participe en tres debates al estilo de los ayuntamientos en cada región del estado durante las noches de este otoño, donde puedan responder preguntas directamente de sus compañeros tejanos". La elección es el 8 de noviembre y la votación anticipada comienza el 24 de octubre.

Con Soros entre los donantes de Beto, la campaña de Texas se perfila para ser una de las más caras de todas

Atentos a cada detalle y con el objetivo de atenuar el impacto de la esgrima televisada, los asesores de Abbott eligieron la noche del viernes 30 de septiembre con la intención de reducir al máximo los potenciales daños para el gobernador: el último día hábil de la semana suele ser el que menos público tiene en televisión.

En una muestra más de la influencia decisiva de los latinos en la pulseada para definir si Abbott accede o no a su tercer mandato como gobernador, su equipo de campaña informó que el debate "estará disponible en todos los mercados de medios y en estaciones en español en todo Texas".

Con el objetivo de reducir el impacto de la esgrima televisada, los asesores de Abbott eligieron la noche del viernes para el debate: en el último día hábil de la semana, los texanos que miran televisión son muchos menos.

Tal como informó LPO, los últimos sondeos confirman que la elección está lejos de ser un trámite para el gobernador y el resultado -que hace unos meses parecía cantado- hoy está atado a la incertidumbre. En marzo pasado, con un escenario más favorable para Abbott, su estratega de campaña Dave Carney había insinuado que su candidato solo debatiría en el caso de que la carrera fuera realmente competitiva. Hoy lo es.

Que Abbott no se confunda con los latinos

Abbott es el favorito en todos los sondeos, cuenta con importantes recursos de campaña y tiene a su favor el rechazo que genera el gobierno de Joe Biden en la mayoría de los texanos. Sin embargo, los últimos meses han sido más complicados de lo que preveía el gobernador y Beto está lanzado a una campaña intensa con recorridas por 70 ciudades en 49 días y el apoyo financiero de multimillonarios como George Soros. De acuerdo a la información reciente, en el último tramo de campaña, O'Rourke superó a Abbott en la recaudación de fondos. De todas maneras, el republciano tiene todavía casi el doble de efectivo disponible.

Aunque Texas es desde hace años un bastión republicano que los demócratas no pueden penetrar, la historia de los debates en el Estado tiene antecedentes distintos. En 2018, cuando O'Rourke compitió contra el senador estadounidense Ted Cruz, republicano por Texas se comprometieron a hacer tres debates que se realizaron durante un mes. Finalmente, uno de ellos no se realizó.

Con su última rival demócrata, Lupe Valdez, en cambio, Abbott logró hacer lo que quiere hacer ahora: debatió una vez con la ex sheriff del condado de Dallas, también un viernes por la noche a fines de septiembre. Pronto se sabrá quién de los dos contrincantes es capaz de imponer su criterio en estas elecciones.