Inflación

La crisis energética se ceba con las rentas bajas: las familias sin "colchón de liquidez" reducen bienes básicos

Es una de las principales conclusiones del Banco de España al analizar el impacto del repunte de la inflación y de la guerra sobre las perspectivas económicas de los hogares españoles.

La disparidad entre la inflación y los aumentos salariales está reventando los bolsillos de los españoles. El incremento del coste de vida es 3,5 veces superior al alza de las nóminas. La inédita pérdida de poder adquisitivo tiene un agravante: la crisis energética se ceba con las rentas bajas: las familias sin "colchón" de liquidez reducen bienes básicos para poder costear los combustibles, la luz y el gas.

Esa es una de las principales conclusiones que hace el Banco de España en su último informe al analizar el impacto del repunte de la inflación y de la guerra sobre las perspectivas económicas de los hogares españoles. 

La institución que preside Pablo Hernández de Cos, una fuente económica muy fiable para el sector político y financiero, sostiene que, ante un aumento del gasto nominal en energía consumida en el hogar, las familias con "un colchón modesto de liquidez" han reducido el gasto en otros bienes. 

La inflación hace el "trabajo" de Bruselas y la demanda de gas de las industrias se desploma a niveles de la pandemia 

"Estas familias son, mayoritariamente, las de rentas bajas, que, además, se ven más expuestas ante variaciones en el precio de la energía, dado que la factura energética absorbe una mayor proporción de sus ingresos. En contraposición, los hogares que disponen de un mayor colchón de liquidez no han modificado de forma sustancial sus niveles de gasto en otras partidas, que habrían financiado mediante una reducción temporal de sus tasas de ahorro", explica el documento.

La conclusión se basa en la información de la encuesta Consumer Expectations Survey (CES, por sus siglas en inglés) del Banco Central Europeo, un relevamiento de carácter mensual desde abril de 2020 en seis países de la zona del euro (Alemania, Bélgica, España, Francia, Países Bajos e Italia).

Las familias sin "colchón" de liquidez reducen bienes básicos para poder costear la energía. Esa es una de las principales conclusiones que hace al Banco de España en su último informe al analizar el impacto del repunte de la inflación y de la guerra sobre las perspectivas económicas de los hogares españoles

Se trata de una encuesta que cubre un amplio rango de preguntas relacionadas con la percepción de los hogares acerca de la evolución de su consumo, sus ingresos, la inflación, el crecimiento económico, los mercados de trabajo y el acceso al crédito.

Subida de alimentos histórica en la eurozona: un 54% más que durante la crisis de 2008

Según esta medición, "los hogares anticipan ahora una evolución menos favorable de sus rentas, de su posición patrimonial y de la situación económica general. A la vez, han revisado al alza las tasas de inflación que prevén a corto y medio plazo".

Voluntarios del Banco de Alimentos de Vigo. 

El Banco de España explica que entre finales de 2020 y el inicio de la guerra en Ucrania, los hogares revisaron al alza de forma continuada sus perspectivas de gasto nominal en bienes y servicios de consumo a un año vista. Sin embargo, "el desencadenamiento de la guerra incidió de forma significativa sobre las perspectivas de gasto de las familias, de modo que se interrumpió la tendencia de recuperación del consumo nominal proyectado".

Lo interesante -agrega esta entidad- es el análisis de las perspectivas de consumo en función de las características de cada hogar. "Este examen refleja que, desde el inicio de la guerra, las perspectivas de gasto nominal de los hogares en los dos quintiles superiores de ingresos han seguido siendo, como en los meses anteriores, más favorables que las del resto".

La energía consumida en el hogar presenta características de bien esencial o de primera necesidad. Por este motivo, ante un incremento de su coste, los hogares tenderán a hacer ajustes poco significativos en su demanda y a reducir, por el contrario, su gasto en otros bienes o su nivel de ahorro

El fenómeno se explica por dos motivos. En primer lugar, porque "las familias con mayores rentas son habitualmente más optimistas que el resto acerca de la evolución futura de sus ingresos en situaciones de incertidumbre, lo que probablemente se deba a una mayor estabilidad de sus rentas ante perturbaciones".

La inflación sigue disparada, trepa al 10,8% y se afianza por encima de los dos dígitos

La segunda razón está asociada al ahorro. Dice el informe: "Estos hogares disponen de un mayor margen para amortiguar el impacto sobre su consumo de las mayores tasas de inflación mediante una reducción de su ahorro, por una doble razón: sus tasas de ahorro suelen ser mayores y, además, pudieron acumular una cuantiosa bolsa de ahorro extraordinario durante la pandemia, que pueden destinar ahora a gasto corriente".

El documento pone mucho énfasis en el impacto que está teniendo la crisis energética en el consumo de los españoles. "La energía consumida en el hogar presenta características de bien esencial o de primera necesidad. Por este motivo, ante un incremento de su coste, los hogares tenderán a hacer ajustes poco significativos en su demanda y a reducir, por el contrario, su gasto en otros bienes o su nivel de ahorro".

Para las familias con rentas más bajas, la exposición a estos incrementos es total debido a que la factura energética absorbe una mayor proporción de sus ingresos, concluye el relevamiento.