Inflación

La Casa Blanca espera que el dato de inflación marque el inicio de una fuerte desaceleración

Este miércoles se conocerá el IPC de julio que rondaría el 0,3% mensual y un 8,7% interanual, por debajo del 9,1% de junio. Sería el primer descenso desde que comenzó el pico inflacionario, ayudado por la caída del precio de la gasolina.

Envalentonados por algunos triunfos legislativos y a 90 días de las elecciones, la administración demócrata quiere acumular otra buena noticia este miércoles cuando se publique el dato de inflación de julio que, según estiman en el mercado, mostrará por primera vez una desaceleración. Que el aumento de precios haya alcanzado su pico y ahora empiece a ceder será clave para que la Casa Blanca pueda "monetizar" el mejor clima económico en las urnas. O, al menos, intentarlo. 

"Vamos a ver una disminución de la inflación", aseguró BlackRock, el mayor fondo del mundo en su reciente informe. "¿Pero hasta qué nivel?", se preguntó sugestivamente. Jerome Powell ahora está apostando a que se produzca una disminución sustancial de las presiones inflacionarias sin que se produzca tanto daño a la economía o al sólido mercado laboral. Pero no todos piensan que esas dos cosas puedan suceder. "No es probable que salgamos de esta situación de exceso de inflación sin una recesión", afirmó el ex secretario del Tesoro, Lawrence Summers.

Sorpresiva mejora del empleo despeja el camino para que la Fed siga con la suba de tasas

Por ahora el camino de la recesión no se está viendo en los números y eso anima al equipo económico de Biden que viene incluso negando que técnicamente el país esté en un parate (a pesar de los dos trimestres consecutivos de caída en el nivel de actividad). 

El informe del índice de precios al consumidor de julio, que se publicará el miércoles, puede tener elementos que respalden el optimismo de la Casa Blanca. Mostraría un aumento del 8,7% respecto al año anterior, por debajo del 9,1% en junio

Jason Furman, ex asesor económico de Barack Obama

El último informe de empleo, publicado el viernes, fue una muestra de esa ambivalencia de datos. Mostró que el desempleo cayó al 3,5% el mes pasado, igualando el nivel más bajo desde 1969 y que los puestos de trabajo aumentaron la friolera de 528.000 (el doble de lo que se estimaba). 

El informe del índice de precios al consumidor de julio, que se publicará el miércoles, puede tener elementos que respalden el optimismo de la Casa Blanca. El IPC probablemente mostrará un aumento del 8,7% respecto al año anterior, por debajo de un aumento máximo de cuatro décadas del 9,1% en junio, gracias en gran parte a la caída de los precios de la gasolina.

Pero después de eliminar los costos de los alimentos y la energía, lo que se denomina la inflación "núcleo", se prevé que los precios aumenten del 5,9% al 6,1%. "Sería absurdo pensar que no vamos a tener un impacto en los mercados energéticos y la incertidumbre", agregó el ex gobernador de la Fed y profesor de la Universidad de Chicago, Randall Kroszner.

El aumento vertiginoso de los alquileres ha jugado un papel importante en el aumento de la inflación de los precios al consumidor en 2022 y probablemente continúe haciéndolo por un tiempo. Pero el aumento súper rápido está llegando a su punto máximo, y eso debería reflejarse en el IPC del próximo año.

Con el mercado laboral aún ajustado (hay 1,8 puestos vacantes por cada persona desempleada), las empresas se ven obligadas a pagar para obtener el talento que necesitan. Para mantener altas sus ganancias, las empresas tendrían que trasladar los costos laborales adicionales a los consumidores en forma de precios más altos.

Larry Fink, CEO de BlackRock

La inflación está "alimentando el crecimiento de los salarios que, a su vez, está impulsando el crecimiento de los precios", escribió el ex economista jefe de la Casa Blanca bajo la era de Barack Obama, Jason Furman, en un artículo de Project Syndicate. El profesor de la Universidad de Harvard estima que la tasa de inflación subyacente es de al menos un 4% y argumenta que es más probable que suba a que baje a partir de ahí.

Recientemente el amplio proyecto de ley aprobado por el Senado el domingo y destinado a combatir el cambio climático, que podría reducir los precios de los medicamentos y aumentar algunos impuestos corporativos, reducirá la inflación a mediano y largo plazo y reducirá el déficit. 

'Vamos a ver una disminución de la inflación', aseguró BlackRock, el mayor fondo del mundo en su reciente informe. '¿Pero hasta qué nivel?', se preguntó sugestivamente

La calificadora Moody's Investors Service sostuvo que la conocida como Ley de Reducción de la Inflación, no reducirá la inflación "este próximo año o el próximo". "Creemos que esta ley tendrá un impacto (de reducción de la inflación) ya que aumenta la productividad", dijo, y agregó que su horizonte era de dos a tres años.

El pronóstico de la calificadora coincide con otro dato alentador para Biden. Las expectativas de los consumidores estadounidenses sobre dónde estará la inflación dentro de un año y tres años cayeron drásticamente en julio, según la Reserva Federal de Nueva York. 

Las expectativas sobre dónde estará la inflación en un año cayeron 0,6 puntos porcentuales a 6,2% y la perspectiva de tres años cayó 0,4 puntos porcentuales a 3,2%, los niveles más bajos desde febrero de este año y abril del año pasado, respectivamente.