Crisis energética

¿Cómo se prepara Europa para un déficit energético que amenaza con la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial?

El ahorro exigido por la UE entra en vigencia este lunes. Todos los países ya tienen planes de contingencias. En Austria y Suiza, por ejemplo, los supermercados se preparan para apagones y posibles saqueos.

El dato pasó desapercibido en medio de las ríspidas negociaciones entre los Estados miembros de la UE por consensuar un plan de ahorro energético para suplir en el invierno el gas que ya no llegará desde Rusia. Lo contó Javier Blas, experto en energía y materias primas en una columna de Bloomberg.

Londres estuvo muy cerca de un apagón total el 20 de julio, durante el día de más calor en la historia del Reino Unido. La inédita demanda de electricidad chocó con un cuello de botella en la red, lo que dejó a parte este de la ciudad sin energía por algunos minutos.

Los operadores de la red británica apretaron el botón rojo y ejecutaron el único plan de contingencia a mano: pagar un récord de 9,724.54 £ por megavatio hora, más de un 5.000% más que el precio típico, a los proveedores de Bélgica, que a través del "Nemo Link", el cable de alimentación submarino que une ambos países, cubrieron la altísima demanda.

"Si Bélgica no hubiera venido al rescate, el operador de la red se habría visto obligado a desconectar la energía de las casas", confiaron fuentes del gobierno británico.

El Gobierno va a recortar gas en las industrias para no afectar "la calidad de vida" de los ciudadanos

Londres, al cabo, evitó lo que por estas horas causa pánico y temor en la mayoría de los poderes Ejecutivos de Europa: racionamientos y apagones cuando el frío azote al continente.

La apuesta para evitar "la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial", advertencia textual pronunciada por Martin Brudermülle, CEO de la industria química alemana BASF, una de las más importante del mundo, es un plan de ahorro energético que, desde esta semana, se pondrá en práctica en todos los países de la eurozona.

El ayuntamiento de Augsburgo decidió que la ciudad viva a oscuras durante las noches, con un mínimo de alumbrado público, sin semáforos, luces de edificios oficiales apagadas y fuentes de agua paralizadas. En Hanover tomaron una decisión aún más drástica: prohibir el agua caliente y la calefacción central en los edificios públicos, una medida sin precedente en Europa

El recorte es obligatorio por mandato de la UE. Todos los ministros de Energía se comprometieron a reducir el consumo desde el 1 de agosto para llenar las reservas de gas en un 90%, porcentaje que evitaría el "peor escenario" ante la falta de gas ruso (hoy las reservas no llegan al 70%).

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El ahorro no será igual en todos los países. La Comisión Europea exigió una "solidaridad rasa y lineal" del 15% en un primer momento, pero España y otros miembros del Sur lograron que el porcentaje se ajustase a las particularidades de cada punto geográfico (diversidad energética, conexiones, regasificadoras ,etc.). La nueva "excepción ibérica" permitirá a la península un ahorro del 7%, un objetivo "más alcanzable", a juicio de Moncloa.

El Gobierno aprobó este lunes en el Consejo de Ministros un decreto de reducción energética que, por ejemplo, obligará al comercio a elevar la temperatura del aire acondicionado en verano y a reducir la de las calefacciones en invierno.

La disposición instará a las grandes superficies a mantener cerradas las puertas de los establecimientos el mayor tiempo posible para evitar fugas de frío y calor cuando esté puesto el aire acondicionado o la calefacción. El Gobierno dejará, además, de iluminar los edificios públicos y obligará a apagar los escaparates a las 22 El presidente Pedro Sánchez calificó al plan de "urgente" y "necesario" de cara al invierno.

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El instructivo que España va a lanzar a principios de agosto, Alemania lo aplica desde junio. El gobierno de Olaf Scholz exige a sus ciudadanos "duchas más cortas", "agua fría de vez en cuando", "sombra en lugar de aire acondicionado" y "el horno apagado antes de terminar la cocción para aprovechar el calor residual", entre otras tantas medidas de ahorro.

La apuesta de Europa para evitar "la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial", advertencia textual pronunciada por Martin Brudermülle, CEO de la industria química alemana BASF, una de las más importante del mundo, es un plan de ahorro energético que, desde esta semana, se pondrá en práctica en todos los países de la eurozona

El ayuntamiento de Augsburgo, por ejemplo, decidió que la ciudad viva a oscuras durante las noches, con un mínimo de alumbrado público, sin semáforos, luces de edificios oficiales apagadas y fuentes de agua paralizadas. En Hanover tomaron una decisión aún más drástica: prohibir el agua caliente y la calefacción central en los edificios públicos, una medida sin precedente en Europa.

El presidente francés Emmanuel Macron adelantó que el plan de ahorro tendrá la "lógica de la sobriedad".

En Francia, el presidente Emmanuel Macron adelantó que el plan de ahorro -aún no oficializado- tendrá la "lógica de la sobriedad". El portavoz Olivier Véran sugirió a las familias y las empresas desenchufar cuantos más aparatos energéticos mejor mientras no se usen, poniendo como ejemplo el wifi. París y las grandes ciudades lucirán oscuras de noche, sin sus tradicionales carteles luminosos encendidos.

La capital francesa podría sufrir "grandes apagones" incluso antes que Berlín, según vaticinan los analistas del mercado energético. Electricité de France SA, la empresa de servicios públicos de propiedad estatal, está operando solo 26 de sus 57 reactores nucleares, por lo que hoy depende de una energía importada que, cuando la demanda crezca, empezará a escasear.

La preocupación en las puertas del otoño en el Reino Unido está relacionada más con los precios que con la demanda. Se estiman facturas de energía "altísimas", que podrían superar las 3.000 libras esterlinas en octubre, un precio jamás pagado por los consumidores británicos

En Reino Unido, National Grid, operador del Sistema Eléctrico de National, reconoció la semana pasada de que "podría haber períodos en los que el suministro de electricidad sea escaso este invierno", dada la incertidumbre sobre el suministro de gas ruso a Europa.

Moncloa da un golpe a la mesa y no acepta el racionamiento obligatorio de la UE

La preocupación en las puertas del otoño está relacionada más con los precios que con la demanda. Se estiman facturas de energía "altísimas", que podrían superar las 3.000 libras esterlinas en octubre, un precio jamás pagado por los consumidores británicos.

Por eso, el Gobierno ya anunció un paquete de medidas para ayudar a los hogares a afrontar este descomunal incremento del recibo de la luz y el gas. Las ayudas incluyen un pago único de 760 libras a los hogares con ingresos más bajos y de 350 a los pensionistas.

Italia, en tanto, aún no hizo oficial su plan de ahorro. El borrador que se conoció en julio incluía el recorte de la iluminación pública en hasta un 40% (según las ciudades), el cierre anticipado de tiendas (a las siete de la tarde) y la limitación térmica en todos los espacios públicos (19 grados en invierno; 27 en verano). El decreto contemplaría asteriscos más rigurosos en caso de que la escasez sea "muy grave", como apagones nocturnos para los hogares.

El presidente de la Confederación Suiza, Ignazio Cassis con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.

En Austria, las medidas que se analizan son aún más drásticas. Según el periódico Der Standard, las escuelas que se calientan con gas podrían enfrentar "tiempos difíciles" este invierno. Se calefaccionará solo la mitad de los establecimientos, por lo que se enseñará a los alumnos en un áreas grandes, como los gimnasios de los colegios.

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Y según la agencia de noticias WPA, la cadena de supermercados Spar, la más grande del país, ya tiene preparado un plan de crisis en caso de que se produzcan apagones. El instructivo contempla los "saqueos" como un escenario posible. "Sin refrigeración, el personal del supermercado tendría que entregar comestibles y bebidas a los clientes a "precios de ganga"", aclara el informe.

La cadena de supermercados Spar, la más grande de Austria, ya tiene preparado un plan de crisis en caso de que se produzcan apagones. El instructivo contempla los "saqueos" como un escenario posible

La firma pide a los empleados que "no opongan resistencia" en caso de saqueos: "Si los puestos de trabajo se volvieran demasiado peligrosos, tendrán derecho a abandonarlo sin temor a las consecuencias".

En Suiza, los negocios minoristas se están preparando para el mismo escenario. "Estamos observando muy de cerca los desarrollos en el sector energético y estamos en el proceso de elaborar los planes de emergencia necesarios", admitieron los voceros de la cadena Lidl.

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"Es muy importante prepararse. Los apagones son un escenario de terror, pero nunca se pueden descartar por completo", aclaró en este sentido Markus Baumgartner de la Asociación Suiza.

La voz más alarmista es la de Mauro Tuena, presidente de la Comisión de Política de Seguridad, quien desde hace meses alerta que Suiza no está preparada para afrontar apagones masivos. "Habría caos, la gente se volvería loca. Algo así no debería pasar. No solo las tiendas se verían afectadas por los saqueos, también podría haber escenas desagradables en hospitales", advirtió.