El gasoducto transahariano y la advertencia de Bruselas hacen dar marcha atrás a Argelia
El gobierno de Argelia vuelve sobre sus pasos en el enfrentamiento que mantiene con España. La Asociación Profesional de Bancos y Entidades Financieras (ABEF), institución clave de la banca argelina, anunció el jueves a última hora el desbloqueo de las operaciones bancarias con España, después de que la medida permaneciera vigente durante más de 50 días. La ABEF se limitó a informar sobre el levantamiento de la prohibición, sin explicar a qué se debe el cambio de postura.
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En Argel habían tratado de presionar al Ejecutivo de Pedro Sánchez con la suspensión del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación bilateral, firmado hace casi dos décadas. Luego la ABEF se sumó a la estrategia de presión. Pero Sánchez supo hacer valer el respaldo de la UE a España y la Comisión Europea advirtió a las autoridades argelinas que la ruptura con Madrid implicaría una violación al acuerdo de asociación con Bruselas. Y el presidente Abdelmajid Tebboune acusó recibo.
Los países del bloque son, en conjunto, el principal socio comercial de Argelia, prácticamente la mitad de los intercambios con el exterior. Tebboune concluyó que no era una jugada inteligente y que el choque con Sánchez podía frustrar el intercambio de Argelia con países europeos como Italia, que en el último tiempo ha forjado una asociación energética clave en frente al reemplazo del gas ruso. Además, la marcha atrás de la ABEF, ordenada por el gobierno, se produjo el mismo día que una reunión clave en Argel.
El ministro José Manuel Albares es recibido por el presidente argelino Abdelmadjid Tebboune, en septiembre pasado.
El ministro argelino de Energía y Minas, Mohammad Arkab, recibió en la capital a sus pares de Níger y Nigeria para firmar un memorándum de entendimiento que apure la construcción del gasoducto transahariano, que unirá a los tres países a través de 4 mil kilómetros. Lo que más entusiasma a Bruselas es que están reservados unos 30.000 millones de metros cúbicos de gas al continente. El proyecto se demora, aunque la necesidad energética de Europa parece haberle devuelto el impulso que faltaba.
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Margarita Robles aplaudió la decisión de la ABEF, si bien la intención del gobierno de Sánchez es abstenerse de comentar las decisiones que emanan de Argel. Como aseguró LPO, Moncloa no dará el brazo a torcer: está reduciendo el consumo de gas proveniente de Argelia y se prepara para dejar marchitar la relación bilateral si eso implica proteger los compromisos alcanzados este año con Marruecos. En Madrid consideran que Argel debería comprender el delicado equilibrio con Rabat, y dejarle al margen de la disputa entre los vecinos norafricanos.