Política

Adán cree que Ebrard y Elba Esther le agitan a los maestros en Tabasco

Conflictos en la base del secretario de Gobernación. Avanza la confrontación por ser el mejor "Plan B".

En la última semana se ha complicado el clima social en Tabasco como consecuencia de los reclamos magisteriales en Villahermosa que llevaron al gobernador Carlos Merino a desalojar manifestaciones de entre 100 y 300 personas. 

Las protestas complicaron las vialidades y pusieron en la mira al gabinete de Adán Augusto López Hernández en su propio estado.

En la Secretaría de Gobernación la tesis dominante es que esas protestas fueron impulsadas por el sector magisterial identificado con Elba Esther Gordillo quien, como adelantó LPO, confirmó ya públicamente que sus preferencias hacia el 2024 están con el canciller Marcelo Ebrard. 

La aparición de este grupo de manifestantes en Villahermosa confirma que la CNTE todavía tiene una estructura vigente porque Tabasco está fuera de las principales áreas de influencia ubicadas en Oaxaca, Guerrero, Michoacán y la CDMX.

La relación entre Ebrard y Adán Augusto avanza, a paso firme, hacia un mayor escenario de tensión porque los dos juegan a ser la mejor opción presidencial en caso de que existan complicaciones con el plan original que es Claudia Sheinbaum.

El secretario de Gobernación inicia esa disputa muy atrás en los sondeos de opinión pero hoy por hoy tiene su energía concentrada en hacerse ineludible para el círculo rojo. Este esfuerzo, según los laderos de Ebrard, será estéril porque no hay diferencias de peso entre Adán Augusto y Andrés Manuel López Obrador. "Lo único que Adán puede presumir ante los empresarios es que él no está peleado con el dinero y los lujos, fuera de eso toda la teoría es idéntica al presidente y a Claudia", deslizan en el Waro Room de la colonia Del Valle.

Cerca de Adán Augusto entienden las protestas de Tabasco como la moneda de cambio por lo sucedido en eld esayuno de Toluca, un mes atrás, donde Morena mostró a sus aspirantes a la presidencia. Allí el secretario de Gobernación tuvo una centralidad absoluta mientras que el canciller nunca se había visto tan incómodo y periférico.