La salida de Enrique Santiago agudiza la interna en UP por el liderazgo de Yolanda Díaz
Enrique Santiago ya no estará al frente de la Secretaría de Estado para la Agenda 2030, una decisión tomada por la ministra Ione Belarra. Pese a las explicaciones oficiales, la salida del líder del PCE expone la incomodidad de Podemos frente al proyecto político de Yolanda Díaz y el rol que les espera a los morados dentro de Sumar. En un mismo giro, Belarra nombró en su reemplazo a Lilith Verstrynge, número tres de Podemos, que a partir de ahora será un respaldo fundamental en Derechos Sociales.
Pero la designación de Verstrynge también escenifica a un Podemos que se repliega sobre sí mismo para fortalecerse de cara al frente amplio de la vicepresidenta. Santiago se ha alineado desde el primer momento con Díaz y los morados consideran que la ministra de Trabajo quiere equilibrar la correlación de fuerzas en UP dándoles mayor aire al PCE e Izquierda Unida. Por eso Belarra se adelantó a la jugada de la creadora de Sumar.
Santiago viene de revalidarse al frente de la conducción del PCE, en un congreso partidario tenso que evidenció las tensiones en torno a Sumar. El ala que representaba Alberto Cubero, quien buscaba arrebatarle el liderazgo comunista, considera demasiado "socialdemócrata" la propuesta de Díaz. Santiago se mantuvo como secretario general por apenas ocho puntos y dio por terminadas las disputas internas.
La secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, y la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra.
El mes pasado, Irene Montero cesó a Amanda Meyer de Igualdad, donde se desempeñaba como directora de Gabinete. Meyer pertenece a IU y su salida fue un mensaje para el ministro Alberto Garzón, coordinador federal de la formación. Una fuente cercana al espacio confederal reconoce a este medio que las diferencias entre los partidos son reales, pero que los cambios más recientes en Igualdad y Derechos Sociales se deben más a una necesidad de agilizar iniciativas como la ley trans y la ley de familias.
Pero en el núcleo duro de Podemos creer que los reveses electorales de los últimos meses obligan a asumir sin complejos una agenda social para abrirse paso frente al PSOE y conformar una alternativa ante el crecimiento del PP en las encuestas. Como socio mayor dentro de UP, Podemos no se conforma con ser un espectador del "proceso de escucha" que propone Díaz. El tiempo, aseguran, conspira contra la desmovilización del electorado de izquierda, como se vio en los comicios de Castilla y León y Andalucía, y en medio de la crisis económica y el aumento del coste de vida.
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En el entorno de Santiago señalan que el cese es una suerte de castigo a su capacidad de buscar consensos al interior de UP y el gobierno de coalición, razón por la cual el dirigente comunista aceptó la decisión de Belarra sin generar mayores polémicas. Se trata de un juego de equilibrio también para los morados, que quieren reafirmarse dentro del gobierno de coalición y hacer valer su peso dentro de UP. Es una cuestión que Díaz tendrá que abordar antes de oficializar su candidatura.