Caro Quintero

Los familiares de los marinos muertos agitan la teoría de que el helicóptero no tuvo buen mantenimiento

Se sostiene el silencio de López Obrador sobre la tragedia de los militares. Presión de Ojeda y puja presupuestal hacia 2023.

El almirante Rafael Ojeda ha reforzado en las últimas horas un mensaje a los familiares de los 14 marinos muertos la semana pasada, cuando participaron del arresto de Rafael Caro Quintero y el helicóptero que los trasladaba colapsó: bajo ninguna excusa pueden comunicarse con la prensa ni revelar teorías sobre lo sucedido a familiares y allegados.

Esto se debería, según sostienen en Palacio Nacional, a que la caída del aparato se debió a una falla de mantenimiento. No conviene a la Marina que esa tesis gane posiciones en la agenda pública. Sería casi tan grave como la teoría de a falta de combustible que circula hoy jueves en algunas columnas de la prensa capitalina. No, en realidad, se trataría de un problema mecánico devenido de la falta de revisiones periódicas.

Los rumores sobre falta de mantenimiento en equipo militar circulan hace meses. Según alegan cerca de Ojeda, este año la Semar solo tuvo un incremento presupuestal de un poco más del 6% respecto al 2021. Esto debido a que el grueso de los recursos se volcaron a la Guardia Nacional, que recibió un aumento del 40%.

El año que viene la Marina, todavía no se conoce si esto motivado por la caída del Black Hawk, tendrá un incremento sustancial aunque bajo la etiqueta de la construcción de una base naval en la refinería de Dos Bocas.

Este drama ha llevado al Gobierno al mutismo. Andrés Manuel López Obrador coqueteó con la idea de decir que el helicóptero se cayó por una ráfaga de viento pero esto fue rápidamente descartado desde las Fuerzas Armadas, donde se conoce bien la capacidad y el nivel de tolerancia que tiene un aparáato de este tipo con el mantenimiento adecuado.