Energía

Un amigo de Obama detrás del negocio de Pemex y CFE para exportar gas a Europa

Acuerdo decisivo antes de la incursión a la Casa Blanca. Desaire a dos allegados a Trump.

 El Gobierno ha anunciado la creación de un "joint-venture" entre CFE, Pemex y la estadounidense New Fortress para explotar campos de gas en el Golfo de México y, tras la adquisición de once buques, tener posibilidad de exportar el Gas Natural Licuado. Es una inversión que ronda los 3000 millones de dólares.

El hombre clave detrás del negocio es Wes Edens, el CEO de New Fortress y accionista de la franquicia de la NBA Milwakee Bucks. El socio de Edens en el equipo es Jamie Dinnan, que es un administrador de fondos de pensiones y que fue de los primeros grandes aportantes en la campaña presidencial de Barack Obama en 2008, cuando este llevaba todas las de perder contra Hillary Clinton. 

Dinnan fue quien introdujo a Edens y al ex presidente demócrata que a la larga se harían amigos. Los tres suelen coincidir, de tanto en tanto, en una residencia que tiene Dinnan en el Caribe, en el enclave francés de St. Barts.

Wes Edens se acercó a Obama a través de Jamie Dinnan, su socio en el equipo de la NBA Milwakee Bucks. Dinnan fue uno de los primeros grandes aportantes de Obama en 2008, cuando llevaba las de perder ante Hillary Clinton.

Edens estuvo en mayo con Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional. Allí explicó su plan para abastecer de gas a la península de Baja California y, de paso, poder exportar gas natural mexicano a Europa aprovechando la inestabilidad que se ha generado por la guerra de Ucrania en el negocio energético. 

Pemex y CFE van a poder participar de ese negocio y tendrán preferencia para rentar la infraestructura de Edens que viene financiada en un 20% por el fondo Apollo, hoy por hoy accionista clave de Aeroméxico luego del proceso de bancarrota de la aerolínea en EU.

El CEO de New Fortress, Wes Edens.

Esta asociación va a ser una carta de presentación elemental en el viaje de López Obrador a Washington DC para ver a Biden la semana que viene. Básicamente por dos frentes. Primero porque es un ejemplo de sintonía con la política de "nearshoring" que impulsan los demócratas para reubicar cadenas de suministros y hacer a la región más competitiva frente a China.

En segundo lugar, porque este negocio lo buscaron también en Palacio Nacional dos firmas de Texas muy identificadas con los republicanos y con Donald Trump. La opción por el amigo de Obama es guiño de amistad entre la densidad de la agenda que le espera a López Obrador en el Salón Oval.