Precios en alimentos siguen acelerando en junio: la inflación ya raya el 8%
La escalada en los precios al consumidor, especialmente en los productos alimentarios, sigue imparable. En junio el dato registra su nivel más alto desde 2001 al ubicarse en 7.99% a tasa anual, abriendo la puerta para más alzas fuertes en la tasa de interés.
El dato que dio a conocer esta mañana de jueves el INEGI revela que los precios de las mercancías alimenticias, la mayor presión para la inflación, crecieron 11.84% frente a junio de 2021, su mayor nivel desde diciembre de 1999, con lo que este rubro suma cuatro meses arriba del 10% y 13 incrementos consecutivos, de acuerdo con datos de Banco Base.
Por parte de la inflación no subyacente, las mayores presiones provinieron de productos agropecuarios que avanzaron a una tasa mensual de 1.76% y anual del 15.02%. Las frutas y verduras subieron a una tasa mensual 2.01% y anual de 14.39%, mientras que los productos pecuarios avanzaron a una tasa mensual de 1.56% y anual de 15.51%.
Tensión para Banxico: el mercado ahora prevé que la inflación cierre arriba del 7% en 2022
Vale recordar que el gobierno aplica desde mayo un paquete contra la inflación enfocado principalmente a productos alimentarios de la canasta básica, logrando acuerdos con empresarios para mantener precios estables, sin embargo, como los datos muestran, por ahora no ha sido suficiente para frenar los choques inflacionarios, lo cual ha sido reconocido por el propio Rogelio Ramírez de la O, que analiza ampliar esta estrategia.
En materia energética el plan de controlar los precios ha tenido efectos más visibles, siendo este sector el menos afectado ante la volatilidad de los precios del crudo. En este rubro, la inflación anual fue de 5.68% y mensual de 0.36%. Al interior el precio de la gasolina de alto octanaje subió 0.59% y de bajo octanaje 0.57%.
Estos datos revelan que siguen sin ceder los riesgos para la inflación, por lo que se abre la puerta para que la inflación al cierre de año cierre arriba del 8% y Banxico mantenga una política monetaria más restrictiva, que implicaría otra alza de 75 puntos base a la tasa de interés este próximo agosto.