Larreta mandó a Córdoba a su hermano Augusto para cerrar "exclusividad"

El jefe de Gobierno porteño le quiere disputar la representatividad cordobesa a Macri. Asado, fernet y reconfiguración amarilla.

En silencio, la cúpula nacional del PRO quiere pasar a la siguiente fase en la disputa por el territorio que el expresidente Mauricio Macri considera como propio: la provincia de Córdoba. Y es por esto que en medio de una escala entre Caba y Catamarca, Augusto Rodríguez Larreta, hermano menor de Horacio, el jefe de Gobierno porteño, mantuvo un encuentro con algunos amarillos cordobeses y una porción del negrismo en busca de exclusividad con el alcalde porteño.

Se sabe que, así como en Córdoba, el eje que integran los diputados Gustavo Santos y Soher El Sukaría responden de manera directa a Macri; el senador Luis Juez y la diputada Laura Rodríguez Machado son las terminales cordobesas de Patricia Bullrich, el larretismo no tiene exclusividad en territorio mediterráneo.

Por lo tanto, el asado que tuvo como invitado especial a Augusto Rodríguez Larreta, pasó por ahí; por tratar de contener la tropa, calmar algunos ánimos y egos cordobeses, y empezar a mandar señales de federalismo con miras al 2023, más allá de la gestión porteña.

"Augusto entra como armador. Tiene un apellido que lo obliga al perfil bajo y aprovechó el viaje a Catamarca para pasar por Córdoba y hablar de varias cuestiones. Entre ellas, la elección de Marcos Juárez", dijeron a LPO aquellos que mantuvieron largas conversaciones con el hermano de Rodríguez Larreta.

El enviado por el alcalde porteño arribó a Córdoba acompañado por el exdiputado nacional Marcelo Wechsler, hombre de confianza de Diego Santilli, uno que levanta perfil entre los armadores para el interior en el entorno de Rodríguez Larreta. "'El Colo', es el pragmático de esa mesa, y Omar de Marchi lo es en lo formal", sintetizaron cordobeses amarillos.

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La comida, bien regada y con fernet de sobremesa, pasó por plantear parte de la estrategia cordobesa dentro del esquema PRO. Los hombres y mujeres del partido que preside Bullrich piden ordenar la provincia, bajar como objetivo principal la intención de ganar municipios y la gobernación en la primera parte del 2023; para llegar con más impulso al segundo semestre en el que se definirá la cuestión nacional.

"Nuestra gente no puede estar a la espera de que ocurra algo similar a los del 2019, con las promesas de ‘una vez que ganemos...', acá se deben calmar los ánimos en Buenos Aires, mostrar que se quiere ganar Córdoba y pintarse la cara si llegamos a tener Paso nacionales. Algo que no creo que pase", sintetizaron a este sitio.

En Córdoba el eje que integran los diputados Gustavo Santos y Soher El Sukaría responde de manera directa a Macri; el senador Luis Juez y la diputada Laura Rodríguez Machado son las terminales cordobesas de Patricia Bullrich; mientras que el larretismo no tiene exclusividad en territorio mediterráneo

El nuevo esquema PRO en Córdoba dejó al vicepresidente provincial del partido, Oscar Agost Carreño, como enlace entre la provincia y los despachos nacionales; y por debajo, el legislador provincial, Darío Capitani y el exdiputado nacional, Gabriel Frizza. Tanto el expresidente del PRO como el exintendente de Jesús María tienen la misión de contener al vecinalismo y buscar qué queda fuera del radar amarillo.

"La misión es salir a cazar fuera del Zoo", coincidieron algunos.

El músculo PRO se completa con las candidaturas. En la capital cordobesa, los anotados son Sukaría y Javier Pretto; a nivel provincial, los lanzados son Santos, Rodríguez Machado y el intendente saliente de Marcos Juárez, Pedro Dellarosa. Todos, lejos en los números y buscando fortalecer el partido para no quedar opacados por los socios extrapartidarios que son los que cotizan en la alianza: Juez y el radical Rodrigo de Loredo.

Con los dos, la relación de Larreta es bien distinta. Mientras que con el senador hay diálogo, consejos, encuestas y fierros a disposición; la cercanía con el radical se mide a través del senador Martín Lousteau. "Aparte, hay una diferencia: uno viajó a Buenos Aires, se puso a disposición y pidió algunas sugerencias. El otro no. Igual, vamos a tratar de arrimar algunas posiciones", dijeron sobre De Loredo.

Por último, como ante cada aventura del larretismo por Córdoba, el tema en cuestión sigue siendo la relación con el gobernador Juan Schiaretti. Y esta semana, tuvo ciertas particularidades; entre ellas, un mensaje que le enviaron al equipo del intendente Martín Llaryora que trató de justificar los gastos que hubiese ocasionado el festival de Ulises Bueno comparando lo ocurrido con La Mona Jiménez en el Obelisco.

"Salió 22 millones de pesos lo de La Mona y tiene otro mecanismo de contratación. Intervienen privados. Acá eran 43 millones y los ponía todo el Municipio", se escuchó en la extensa cena de miércoles.

En tanto, sobre el vínculo entre Larreta y Schiaretti, una persona que conoce a ambos reconoció a este medio que algunos reclamos por fondos que implicarían recortes a Caba erosionaron la relación. Aunque, los sigue uniendo una misma terminal que se encarga de que esa fricción no llegue a más: el publicista y socio en Management&Fit, Guillermo Seita. El mismo que sumó a otro socio a la mesa como el radical Facundo Manes.