"La Cumbre de Madrid confirma que la invasión de Putin ha sido un terrible error estratégico"
"America is back". No es retórica. Es realidad. Lo sabe Joe Biden (pronunció esa frase el día de su asunción) y lo sabe Europa. La Cumbre de la OTAN en Madrid despejó cualquier duda sobre el actor occidental que lleva las riendas del nuevo mundo. Estados Unidos confirmó su gran fortaleza en la disputa de poder al interior de la Alianza.
En tres días, Biden logró el compromiso de todos los países miembros a elevar el gasto en Defensa, un viejo -y frustrado- anhelo de Washington. Logró una gran cooperación en el Indopacífico entre Australia, Corea del Sur, Japón y Nueva Zelanda para combatir la influencia china (incluida en el nuevo concepto estratégico), su máxima preocupación geoestratégica.
Y desplegó su brazo armado por toda Europa: España recibirá nuevos barcos americanos en su base naval de Rota, el Reino Unido más cazas, Rumanía tendrá más soldados americanos sobre el terreno, y habrá más despliegues en las bases de Alemania e Italia, además, claro está, en el Báltico.
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Tan "redonda" fue la Cumbre para la Casa Blanca, que la delegación norteamericana no disimuló su satisfacción y euforia al bajarse el telón de este "histórico" evento, en palabras del propio presidente estadounidense.
LPO entrevistó en uno de los pasillos de Ifema, la base de operaciones del evento, a Jon Piechowski, uno de los asesores Biden en el Departamento de Estado, para trazar un balance final de la cumbre para la Casa Blanca.
¿Qué se lleva Estados Unidos de la Cumbre de Madrid?
La conclusión que saca Estados Unidos de esta Cumbre es el reconocimiento contundente de sus aliados de que estamos en un contexto atravesado por la amenaza de Rusia y el desafío por parte de China. Los países de la OTAN han respondido con inteligencia y firmeza ante este mundo que se abre. Se ha decidido un aumento en el gasto de Defensa, un proceso de acoger a Suecia y Finlandia, un nuevo concepto estratégico y el despliegue de fuerzas en todo el territorio para fortalecer nuestros flancos.
¿Estados Unidos se prepara para una guerra muy larga? Esa es otra de las sensaciones que deja esta cumbre.
La guerra sigue. El sufrimiento en Ucrania sigue. Entonces, en Estados Unidos estamos con el pueblo ucraniano a largo plazo. Esa es la decisión política del presidente Biden. Vamos a seguir ayudando a Ucrania con todo el material necesario para que pueda seguir defendiéndose y para que pueda ganar. Rusia no va a ganar esta guerra.
¿Está rota la vía diplomática?
No estamos viendo a una Rusia interesada en las vías diplomáticas. No hay una voluntad de Putin de dialogar. Esa es la realidad. Ante esta falta de diálogo, en Estados Unidos tenemos una posición muy firme y de mucha unidad interna sobre lo que hay que hacer: ayudar a Ucrania. Al día de hoy hemos ayudado con más de 6 mil millones de dólares al pueblo ucraniano.
¿Vamos camino hacia una nueva Guerra Fría?
No creo, no de parte de la Alianza. Hoy estamos frente a una injustificada guerra y ante la respuesta unida de occidente. No olvidemos que la OTAN desde su nacimiento, hace 73 años, ha funcionado como una alianza defensiva, que protege a sus estados miembros. Ese rol de persuasión y defensa es el que hemos afianzado en esta cumbre en Madrid. La OTAN no se basa en la agresión ni en la expansión territorial.
¿Cuán preocupado está el presidente Biden por las consecuencias económicas de esta guerra? ¿No es un bumerán para occidente?
Claro que los impactos económicos son muchos. Todos los mandatarios, incluido Biden, han mostrado su preocupación en esta cumbre por estos indeseados efectos. Estamos sufriendo un aumento en el precio del petróleo y, lo más grave aún, estamos empezando a padecer el riesgo generalizado de inseguridad alimentaria con casi 25 millones de toneladas de trigo bloqueadas en Ucrania. Estamos trabajando para desbloquear esos granos y que puedan llegar al mercado internacional. En paralelo, estamos trabajando con la ONU y con otros organismos multilaterales para paliar los efectos de la hambruna que ya tenemos encima. Tampoco hay que perder de vista el impacto en la economía rusa, con un rublo afectado y los acceso bancarios cortados.
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¿Cuán importante es para la Alianza la incorporación de dos nuevos miembros?
Turquía es un aliado de la OTAN y ha actuado en consecuencia levantando su veto. Estamos contentos de que las candidaturas de Suecia y Finlandia avancen. Estas dos incorporaciones, que se materializarán en breve, demuestran de forma clara porque la invasión de Putin ha sido un terrible error estratégico. Estamos más unidos y fuertes.
¿España es hoy un socio muy fuerte de Estados Unidos? Las relaciones parecen inmejorables.
España ha jugado a la perfección su rol de anfitrión. Así lo siente Estados Unidos. Hemos aprovechado este viaje a Madrid para profundizar nuestras relaciones bilaterales, una relaciones que abarcan muchos temas y muchos dominios en muchas regiones del mundo. Sé que el presidente Biden ha afianzado su relación con el presidente Sánchez.
¿Qué políticas bilaterales han afianzado con España?
Se ha afianzado un vínculo de cooperación que no se limita solo a Europa, sino también ante los desafíos de América Latina y el Caribe. Uno de esos desafíos es, por ejemplo, la inmigración irregular. Los encuentros bilaterales que hemos mantenido con España son un punto de partida para encontrar nuevos programas y otro tipo de soluciones para resolver esta problemática. Biden apuesta por sistema migratorio humano, ordenado y legal. Va a requerir de mucho trabajo, pero el compromiso está asumido.
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Biden anunció un refuerzo militar en la Base Naval de Rota con la llegada de dos nuevos destructores. ¿Cuál es la lectura?
Es una decisión estratégica, sin dudas. No puedo reportar fechas de ese refuerzo de buques y tropas. Pero está claro que hay una decisión conjunta de aumentar la presencia militar dentro del territorio de la Alianza para fortalecer nuestra defensa. El refuerzo de la Base Naval de Rota va en esta dirección.