En el peronismo cordobés quieren emanciparse de Schiaretti con una "cooperativa" que condicione a Llaryora

El escándalo del recital de Ulises Bueno que complicó al candidato de Schiaretti fue un primer indicio de "fuego amigo"

El peronismo provincial atraviesa horas de incertidumbre tras la primera crisis de gestión de Martín Llaryora y las internas entre distintos dirigentes que pugnan por liderar la "cooperativa", el esquema ordenador que imaginan tras la salida de Juan Schiaretti del gobierno provincial.

Aunque los ruidos se escuchaban desde antes, el jueves estalló un polémica que dejó mal parado al intendente y candidato a gobernador para las elecciones del año próximo: se viralizó una carta en la que Ulises Bueno, el hermano del fallecido Rodrigo, le pedía a la Municipalidad que contratara a una productora determinada para la realización de un recital abierto que él haría para celebrar su cumpleaños 37. La cifra prevista era de 43 millones de pesos. Fue un escándalo, el primero en la actual gestión.

Los reproches por la" desprolijidad" llegaron desde El Panal. Pero junto a los retos llovieron las especulaciones respecto de quién había filtrado las fotos del expediente administrativo en donde estaba la carta con la firma del cuartetero y la asignación presupuestaria por 43 millones de pesos. Una biblioteca se inclina por el Suoem, el poderoso gremio de los municipales que acaba de cerrar su paritaria; mientras que otra cree que se trató de "fuego amigo" en el marco de la interna por la sucesión en la Ciudad.

"Quienes creyeron que así liman a competidores se equivocan: afectaron a la gestión que es el principal activo de campaña que tiene Llaryora; hicieron un daño impredecible", dijo un alto funcionario provincial que abona la teoría de la batalla intrínseca.

"No están respetando la orden que bajó Schiaretti: nada de candidaturas hasta que él defina los tiempos. Hay un desparramo en la tropa que busca acomodarse y eso desordena", agregó, no sin preocupación. Agrega que además de la interna en la capital provincial, también hay preocupación por lo que ocurre en el interior: "Se están peleando a ver quién es más llaryorista".

Esta preocupación última preocupación también hizo mella entre aquellos dirigentes que esperan ser parte de la próxima conducción del peronismo cordobés. Analizan que Llaryora necesitará de todos los cuadros para ganar en el primer semestre del año próximo.

La fecha de la elección no está confirmada, pero se especula que serían el 25 de junio. Son quienes entienden que debería mutarse a un esquema de "cooperativa" en la que Llaryora será el administrador, pero en la que varios deberán tener cuotas societarias.

"Los dirigentes del interior están preocupados, porque se adelantaron todos los tiempos y las peleas internas pueden volverse incontrolables. Hoy lo más preocupante es Colón", dice un integrante de la cooperativa en formación.

Se refiere al departamento que lleva el nombre del navegante, un territorio clave en cualquier elección: es el segundo distrito electoral de la provincia, un bastión de Juntos por el Cambio según las últimas elecciones nacionales y donde el kirchnerismo tiene un potencial poder de daño.

"Están apareciendo juntas promotoras ‘Llaryora gobernador' por todos lados y con eso empiezan las peleas internas: luchan por quedarse con el llaryorismo, que es una marca en formación. Acá el único ismo que hay es el de Schiaretti. Y no se está respetando la decisión estratégica del Gringo que fue claro: no es tiempo de candidaturas. Lo del (fallido) baile de Ulises es la muestra más clara, pero en el interior se desordenó todo, están a los codazos", agrega el dirigente de la vieja guardia, pero con intención de resistir la jubilación.