Tránsito

La Legislatura aprobará las nuevas reglas para estacionar en la Ciudad

Estará prohibido estacionar sobre avenidas entre las 7 y las 21 y se podrá estacionar de ambas manos y a toda hora en las calles sin bicisenda.

 La Legislatura porteña aprobará el jueves las nuevas reglas de estacionamiento que comenzarán a implementarse en las próximas semanas. Estará prohibido estacionar sobre avenidas entre las 7 y las 21 y se podrá estacionar de ambas manos y a toda hora en las calles sin bicisenda.

A la espera de que el Gobierno ponga en funcionamiento el estacionamiento medido en cinco barrios porteños, la Ciudad avanzará con cambios en las leyes de tránsito.

Según explicó la Secretaria de Transporte, Manuela López Menéndez, más de la mitad de las infracciones de 2022 se produjeron porque los automovilistas estacionan incorrectamente de la mano izquierda. La funcionaria explicó que el nuevo régimen busca dar "mayor claridad" a los conductores.

La Ciudad lleva 21 años sin licitar el servicio de grúas vinculado a Grosso

Por eso habrá sólo tres reglas para estacionar. En las calles está permitido estacionar de ambos lados, en las avenidas está prohibido de 7 a 21 hs los días hábiles de ambos lados y en los pasajes y calles y avenidas con ciclovías o Metrobus estará prohibido estacionar salvo que haya un cartel que indique lo contrario.

"Con esta iniciativa, se generará mayor capacidad de estacionamiento en los barrios alejados de la zona central", agregó López Menéndez. La mayor capacidad de estacionamiento estará acompañada por un mayor crecimiento de los lugares pagos: de los actuales 4 mil pueden llegar a 80 mil, aunque en el Gobierno aseguran que serán muchos menos.

De todas formas por el momento el sistema comenzará a funcionar en parte de los barrios de San Telmo, Montserrat, Balvanera, San Nicolás, Retiro y Recoleta. Allí hubo un cambio sustancial: será Mercado Pago, perteneciente a Marcos Galperín, la empresa dedicada a recaudar los pagos.

Pero el mayor negocio quedará en manos de MECHP, una empresa que no reunía la experiencia suficiente para licitar y además hizo una oferta a precio vil para quedarse con el manejo del dinero que recauden los "parquímetros".

Sus competidores sospechan que poco después de que se ponga en funcionamiento del sistema habrá un aumento en las tarifas, de otro modo el negocio no será rentable. Lo peculiar de la licitación es que en un primer momento iba a ser el Estado quién manejara el dinero recaudado, pero a último momento el Gobierno decidió agregar un intermediario.