Crisis económica

El Gobierno asimila el cachetazo en Andalucía y cede ante una exigencia del PP

Sánchez anunció una rebaja en el IVA de la luz, que pasará del 10 al 5%. Se trata de una medida pedida por Génova. Los socios de Sánchez insisten en subir los impuestos de las eléctricas.

"No hay ningún fin de ciclo". El presidente Pedro Sánchez está convencido de que las elecciones de Andalucía son una "señal de alerta" y que su gobierno está a tiempo de pegar un "volantazo" para no chocar de frente en 2023. ¿La estrategia? Más "políticas de izquierda" para proteger al ciudadano de a pie (a las clases medias y populares, base electoral del Ejecutivo) de la fuerte crisis económica que está dejando la guerra en Ucrania.

La primera medida de este "rearme ideológico" sorprendió a propios y extraños. Sánchez anunció este martes en la sesión de control del Congreso una bajada del IVA de la luz al 5% desde el actual 10%. Se trata de una medida que los populares pusieron sobre la mesa cuando se debatió el borrador del plan anticrisis y que el Ejecutivo rechazó de plano. Génova calificó de positiva esta "pequeña rectificación" del PSOE.

La nueva tabla impositiva de la luz se aprobará el sábado en el Consejo de Ministros extraordinario que el presidente convocó de urgencia para prorrogar un plan anticrisis (vence a fines de junio) que tendrá una nueva batería de medidas económicas y sociales.

Sánchez medita por estas horas varias de las propuestas que recibió de sus ministros. Por ejemplo, el cheque de 300 euros para las personas "más golpeadas" por la inflación que pidió su vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, quien también propuso incrementar en diez puntos el impuesto de sociedades para las grandes empresas energéticas.

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Lo cierto es que el Jefe de Gobierno quedó totalmente acorralado este martes en el Hemiciclo. El PP, eufórico tras la mayoría absoluta en Andalucía, instó a un cambio radical en las políticas del Ejecutivo y volvió a acercar su principal receta para salir del agujero económico: una bajada generalizada de impuestos.

El presidente Pedro Sánchez en la sesión de control del Congreso.

"¿Qué más tiene que pasar para que el Gobierno rectifique", le recriminó la secretaria general del PP, Cuca Gamarra. "Las derrotas tienen algo positivo: nunca son definitivas; y las victorias jamás son definitivas. Esto conviene recordarlo en los buenos y malos momentos", le respondió Sánchez.

Las críticas también llegaron del sector de los aliados. El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, le preguntó "cómo piensa acabar la legislatura" tras el golpazo en Andalucía y le exigió que cumpla con lo prometido en el pacto programático, especialmente lo que tiene que ver con el sistema fiscal (impuesto a las eléctricas).

¿Qué más tiene que pasar para que el Gobierno rectifique?

"Hagan lo que prometieron que harían porque si no la carestía de la vida les arrasará. La inflación puede arrasar al gobierno", le avisó Rufián. La respuesta de Sánchez fue el anuncio del IVA de la luz, una reducción de la presión fiscal para todos los consumidores de electricidad, tanto domésticos como empresariales.

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La rebaja afectará por igual al mercado libre que al regulado. Se trata de la segunda bajada de este impuesto. En junio del año pasado, la luz estaba sujeta al tipo general de IVA (21%). El Gobierno la bajó al 10%. Ahora el porcentaje será menor, del 5%. Es el mínimo que le permite la legislación comunitaria de la UE.

La propuesta, en la primera valoración de los grupos parlamentarios, no cayó nada bien en Unidas Podemos y en el resto de las formaciones socias del Ejecutivo. Cuestionan que la anterior quita de este impuesto no funcionó (no abarató la tarifa de los consumidores) y que se trata de una medida desaconsejada por la Comisión Europea, el FMI y el Banco de España.