Ataque al Capitolio

Ian Bremmer: "La próxima vez que alguien intente anular una elección, y habrá una próxima vez, es posible que lo logre"

En medio de las audiencias por el ataque al Capitolio, el presidente de Eurasia Group se mostró escéptico. "Estados Unidos sigue tan polarizado y disfuncional como el día que ocurrió la insurrección", advirtió.

 El comité selecto del Congreso que investiga el ataque del 6 de enero al Capitolio inició una serie de audiencias públicas desde el jueves pasado para exponer que Donald Trump estuvo directamente involucrado en un intento violento y coordinado de anular las elecciones de 2020. "Los procedimientos iniciales ya han dejado claras dos cosas, un claro recordatorio de lo dividido y disfuncional que es nuestro sistema político. Estados Unidos sigue tan polarizado y disfuncional como el día que ocurrió la insurrección", aseguró Ian Bremmer, presidente y fundador de Eurasia Group.

En su último informe, Bremmer dice que aunque el ataque del 6 de enero fracasó, aún causó un daño duradero. "El evento hizo añicos las normas democráticas, alimentó el tribalismo, profundizó nuestra crisis de la verdad, normalizó la violencia política, deslegitimó nuestro sistema de gobierno y nos empujó más cerca del fracaso democrático de lo que hemos estado desde las elecciones fallidas y la crisis constitucional de 1876", sostuvo.

"Trump quiere dejarle claro a sus rivales republicanos que, si lo traicionan, van a pagar un precio muy alto"

Encuestas recientes muestran que la mayoría de los demócratas y republicanos dudan que el otro partido acepte resultados electorales negativos en los estados que controlan en el futuro, y el 64% de los estadounidenses cree ahora que la democracia está "en crisis y en riesgo de fracasar".

Para el politólogo, la segunda conclusión es que el impacto político del comité del 6 de enero será casi nulo, convenciendo a pocos que no se habían decidido de antemano y teniendo poco efecto en el electorado, aparte de profundizar los sentimientos preexistentes sobre Trump. "Al igual que los dos procedimientos de juicio político del expresidente, este proceso también está roto e hiperpolarizado, no en líneas ideológicas partidistas, sino en el eje de simpatía-antipatía de Trump", remarca.

"La razón principal por la que el 6 de enero no logró revocar las elecciones y subvertir el orden democrático no es que el expresidente careciera de la voluntad o el poder para hacerlo, es que no lo hizo bien. Afortunadamente para nosotros, la bajeza moral de Trump se vio obstaculizada por su incompetencia", arremetió.

El hecho de que siga existiendo un sentimiento tan polarizado hace que, según Bremmer, no importe qué tan concluyentemente pueda ser el comité para probar que el expresidente intentó subvertir la democracia estadounidense. "Si la mitad del país no acepta la legitimidad del comité en primer lugar, nada cambiará. Eso es peligroso", dice.

El presidente de Eurasia Group afirma que el 6 de enero fue el resultado de décadas de creciente sentimiento anti-sistema, producto de la disminución de la igualdad de oportunidades, de una débil red de seguridad que permite que muchos de nuestros conciudadanos caigan en el olvido, de instituciones políticas que son ampliamente vistas como amañado, y de la pérdida total de fe en la capacidad del sistema para autocorregirse. "Trump o no Trump, esas condiciones siguen presentes y creciendo", dice. 

La razón principal por la que el 6 de enero no logró revocar las elecciones y subvertir el orden democrático no es que el expresidente careciera de la voluntad o el poder para hacerlo, es que no lo hizo bien. Afortunadamente para nosotros, la bajeza moral de Trump se vio obstaculizada por su incompetencia

Bremmer advierte que hay muchas razones para pensar que algo parecido al 6 de enero puede y volverá a suceder en el futuro. "Dos tercios de los estadounidenses ven los eventos de ese día como un presagio de una creciente violencia política en lugar de un incidente aislado. Más jóvenes estadounidenses que nunca ahora dicen que apoyarían una revolución política incluso si sus fines fueran de naturaleza violenta, y la mayoría de la gente espera que las próximas elecciones presidenciales impliquen violencia, independientemente de quién gane", avisa. 

"Si no nos tomamos en serio la fijación de nuestro contrato social y nuestra política, la próxima vez que alguien intente anular una elección, y habrá una próxima vez, es posible que lo logre", concluye Bremmer.