Frontera Sur

Latinos musulmanes de California exponen a Biden y abren el primer refugio para afganos en la frontera

Setenta mil personas huyeron de Afganistán tras la retirada norteamericana y esperan cruzar desde Tijuana a San Diego. La administración demócrata privilegia a los ucranianos.

 Imran, un joven adolescente afgano, dijo sentirse seguro en un albergue que abrieron latinos de California en la fronteriza ciudad mexicana de Tijuana. "El clima, el tipo de suelo, la gente, se parecen mucho a Afganistán", platicó el adolescente a La Política Online, "pero aquí nos sentimos más seguros", especialmente ante la posibilidad de continuar a Estados Unidos o Canadá, cuando les acepten como refugiados.

Imran es uno de 30 refugiados afganos -entre los que se cuentan varios niños- que huyeron de su país cuando Estados Unidos concluyó en el otoño pasado con su presencia militar de 20 años en Afganistán y abandonó ese país en lo que leído como un fracaso rotundo de la política norteamericana. Cuando las fuerzas armadas estadounidenses regresaron, tras ellos vinieron 70.000 afganos que habían colaborado con ellas y por tanto corrían riesgo de muerte si se quedaban a merced del régimen talibán.

El joven adolescente recuerda haber visto fotografías de miles de afganos aterrados junto a pistas de despegue en aeropuertos de su país, durante la Operación Aliado Estadounidense, que trasladó a decenas de miles de refugiados.

Pero la cantidad de apoyo norteamericano a la comunidad afgana fue muy limitada. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) calcula que por lo menos 2,6 millones de afganos han tenido que refugiarse en países vecinos, principalmente en Paquistán e Irán.

Imran le contó a LPO que su familia corría riesgo de muerte porque un pariente suyo trabajó para un medio de información estadounidense, pero como no colaboró directamente con instituciones de gobierno estadounidenses, quedó fuera del programa de refugiados aerotransportados.

Los 15 miembros de la familia de Imran se escondieron en Paquistán, y, sin visados para poder viajar directamente a Estados Unidos o a través de países europeos, unos meses después volaron a la Ciudad de México, donde los encontraron mujeres latinas musulmanas de California que les acercaron a la frontera.

Sonia García, directora ejecutiva de la Fundación de Latinas Musulmanas, dijo a LPO que a su grupo le inspiran sus creencias religiosas para ayudar con compasión y misericordia a los refugiados musulmanes.

La familia de Imran se escondió en Paquistán, y, sin visa para viajar a Estados Unidos, voló a la Ciudad de México. Las mujeres latinas musulmanas de California los encontraron y los acercaron a la frontera.

Este fin de semana su fundación inauguró en Tijuana el primer refugio musulmán en México, Assabil, o lugar de descanso para los peregrinos. "Lo abrimos en Tijuana porque gradualmente desde el 2016 hemos visto que el flujo de migrantes musulmanes va en aumento en la frontera de California", relató.

La Bahía de San Francisco ha sido desde hace décadas la región con la mayor comunidad afgana, y a lo largo de California hay diversas comunidades musulmanas. "Creemos que poco a poco se ha corrido la voz de que en Tijuana podemos ayudar a los refugiados musulmanes y por eso comienzan a llegar más", dijo García.

Unos días antes de la inauguración del refugio había llegado una familia musulmana del norte de África, y durante la apertura llegó una familia musulmana rusa que había huido a Turquía en el marco de la invasión a Ucrania.

La administración del presidente Joe Biden tiene una cuota de 100.000 refugiados este año, y entre afganos y ucranianos se acerca a cubrir ese tope, aunque sin revelar todavía los niveles alcanzados en seis meses. Pero la administración tiene una clara preferencia por los ucranianos.

Biden cierra la frontera con México por donde ingresan los ucranianos, para no agravar la pelea con los latinos

"Usted puede estar en cualquier país y como ucraniano llenar desde ahí en su móvil una solicitud y listo, a esperar que le den la fecha y le arreglen la vida", dijo un hombre a condición de anonimato por no perjudicar su petición de asilo. "Pero si usted es musulmán o afgano, tendrá que buscar la forma de sobrevivir por sus propios medios y con suerte con ayuda de organizaciones civiles y de otros musulmanes", agregó.

Sonia García, con el refugio, reconoció que el gobierno de México es receptivo y comprende la situación de los refugiados afganos. Este fin de semana. México recibía un tercer contingente de refugiados de ese país. "He hecho nos avisan cuando llegan refugiados al aeropuerto de la Ciudad de México", explicó.

 "Abrimos el refugio en Tijuana porque gradualmente desde el 2016 hemos visto que el flujo de migrantes musulmanes va en aumento en la frontera de California. Se ha corrido la voz de que en Tijuana podemos ayudarlos y por eso comienzan a llegar más".

Pero cuando los migrantes musulmanes viajan por su cuenta enfrentan dificultades superiores a otras comunidades que se dirigen a la frontera con Estados Unidos. "Para empezar, la diferencia de idiomas", dijo. Mientras que los migrantes centroamericanos tienen apenas modismos que los distinguen de los mexicanos, entre los musulmanes la situación es muy distinta y con suerte algunos hablan inglés, pero nunca español. Luego están las marcadas diferencias religiosas y culturales. Las mujeres musulmanas usan hijab y cubren todo su cuerpo, por lo que les resulta difícil convivir en albergues con culturas mucho más relajadas en su vestir y su manera de desenvolverse, como los haitianos o centroamericanos.

"Nosotros les ayudamos, les explicamos quiénes son los coyotes -traficantes de personas-y el riesgo que corren si creen en ellos o si les llegan a informar que pueden conseguir dinero; también les decimos que no intenten cruzar la frontera por su cuenta; los preparamos en talleres para cuando tengan asilo", dijo Sonia García.

Pero concluye sin tener que pensarlo mucho: "sí, la administración Biden podría ayudar mucho, si quisiera".