El Gobierno le reprocha a Argelia el acercamiento a Putin
Tras la suspensión del tratado de amistad con España, el gobierno de Pedro Sánchez ha salido a cuestionar el giro de Argelia y ahora sugiere la influencia del Kremlin. Si bien el ministro Félix Bolaños aseguró este lunes desde Roma que Moncloa trabaja en un acercamiento con Argel, José Manuel Albares y Nadia Calviño explican que el giro del país magrebí puede tener más que ver con Rusia que con Marruecos.
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La vicepresidenta segunda indicó que Argelia está "cada vez más alineada con Rusia", por lo que no le sorprende "que estemos viendo cómo eso se concreta" en la actualidad. El gobierno argelino se ha visto beneficiado por el boicot europeo a los hidrocarburos rusos, como demuestran los acuerdos firmados con Italia, aunque la relación estratégica con Rusia se remonta a la época de la independencia argelina y de la Unión Soviética.
"Espero que se revierta esa amenaza por parte de Argelia", deslizó Calviño, en sintonía con la tesis de Albares. Los ministros tienen la orden de rebajar públicamente las tensiones con uno de los principales proveedores de gas de España, pero la ministra de Asuntos Económicos y el titular de Exteriores son los funcionarios encargados de expresar una línea más dura. Para el Ejecutivo se trata de un tema delicado que, pese a ello, requiere mantener el pulso con Argel.
De hecho, Albares habría sugirió la mano de Rusia en el encuentro que mantuvo con Josep Borrell en Bruselas. El canciller ruso Serguéi Lavrov visitó hace un mes la capital argelina, un claro mensaje de Vladimir Putin a los países de la Europa mediterránea. El presidente ruso puede ser considerado una paria en Occidente, pero aún mantiene relaciones normales con grandes potencias como China e India y con países estratégicos como Argelia. Albares ve en ese viaje de Lavrov una posibilidad de haber tramado la ruptura simbólica con España.
Albares abona la tesis de la interferencia rusa en el conflicto con Argelia.
El norte de África es una zona crucial para los planes de Rusia en el continente. El Kremlin está implicado en Libia y considera a Egipto un aliado clave en Oriente Próximo. Además de sus recursos energéticos, las armas y los fertilizantes son los productos que sostienen el vínculo entre Moscú y varios países africanos. Al gobierno de Sánchez le interesa explotar esta arista para desviar la atención sobre Marruecos, que la oposición, los partidos afines al Ejecutivo e incluso dirigentes del socialismo ven como la causa principal de la crisis con Argelia.
La secretaria de Estado de Asuntos Exteriores, Ángeles Moreno, dejó en claro que cualquier solución al impasse con Argelia no implicará una revisión de la postura española respecto al Sáhara Occidental. "Propiciar la estabilidad de nuestra vecindad inmediata en el Mediterráneo y en el Sahel es una de las prioridades de nuestro gobierno", dijo tras admitir que la prioridad de Madrid es la "integridad territorial" y los "intereses vitales". La normalización de las relaciones con Rabat son la otra prioridad no declarada por Moreno, por eso las declaraciones de hoy de Calviño.
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Pero la diputada popular Valentina Martínez intentó desbaratar la estrategia del oficialismo. "Si quieres dar la oportunidad al diálogo hay que generar las condiciones para que sea posible, no decir que hay otro detrás", apuntó esta mañana la portavoz del PP en la Comisión de Exteriores del Congreso. Para la dirigente, la decisión de Argelia es una respuesta esperable ante "la política unilateral del gobierno que aún no ha explicado a los españoles".