Alberto reclamó contra las exclusiones e invitó a Biden a la Celac
Alberto Fernández pronunció un discurso en sintonía con las señales preliminares al plenario de la Cumbre de las Américas. En un nuevo mensaje contradictorio parecido al que generó cortocircuitos con AMLO, el jefe de estado cumplió al rechazar las exclusiones de Venezuela y Cuba pero invitó a Biden a la Celac y cuestionó a Donald Trump.
En su alocución, ante la mirada de Joe Biden que por momentos tomaba notas y por momentos se mostraba disperso, Alberto atacó a la conducción de la OEA, reclamó que el presidente del BID vuelva a ser latinoamericano y convocó a su par estadounidense a sumarse a la próxima reunión plenaria de la Celac.
"Se ha utilizado a la OEA como un gendarme que facilitó un golpe de estado en Bolivia. Se han apropiado de la conducción del Banco Interamericano de Desarrollo que históricamente estuvo en manos latinoamericanas. Fueron desbaratadas las acciones de acercamiento a Cuba, en las que el Papa Francisco medió, que habían significado avances logrados por la administración de Barack Obama, mientras usted era vicepresidente", dijo Fernández mirando a Biden.
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Un detalle no menor: la mención a la conducción del BID se entiende desde la base de que Alberto buscó ese cargo para uno de sus principales colaboradores, Gustavo Béliz, presente también en California.
" La intervención del gobierno de Donald Trump ante el Fondo Monetario Internacional, fue decisiva para facilitar un endeudamiento insostenible en favor de un gobierno argentino en decadencia. Lo hizo con el solo propósito de impedir lo que acabó siendo el triunfo electoral de nuestra fuerza política. Por tamaña indecencia sufre hoy todo el pueblo argentino", agregó Fernández en referencia al trato privilegiado que su antecesor tuvo con el organismo multilateral de crédito.
Respecto a la exclusiones en la Cumbre, tal como lo anticipó LPO, replicó el discurso que brindó en la Unesco y dijo que "Cuba soporta un bloqueo de más de seis décadas impuesto en los años de la "Guerra Fría" y Venezuela tolera otro mientras que una pandemia que asola a la humanidad arrastra consigo millones de vidas". Evitó mencionar el caso de Nicaragua, sobre el cuál su Gobierno tiene percepciones no muy lejanas a las del Departamento de Estado, al punto que ha convocado a su embajador en el país centroamericano a pedirle informes sobre la coyuntura turbulenta de esa nación.
También dedicó una parte de su discurso a la problemática del hambre en la región y los recursos. "Les propongo dos grandes objetivos: organicemos continentalmente la producción de alimentos y proteínas y desarrollemos nuestro enorme potencial energético y de minerales críticos para la transición ecológica", espresó.
Al inicio de su gobierno había buscado instalar este tema a partir de una mesa intersectorial pero luego la cuestión perdería impulso frente a la pandemia y los escándalos en el manejo de la misma que golpearon duramente su popularidad.
Sobre la agenda verde, uno de los grandes temas de la Cumbre, señaló: " el cambio climático también nos enfrenta a nuevos desafíos. El Caribe lo padece de modo dramático y no hay tiempo para esperar respuestas. Somos acreedores ambientales. Aportamos oxígeno al planeta y no somos responsables de emitir los gases que provocan el efecto invernadero".
Al finalizar la jornada, Alberto se reunión con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y participó de una cena ofrecida por su Biden en la residencia de Getty Villa, en Malibú. El viernes tiene agendada una reunión con el peruano Pedro Castillo y por la tarde regresará a Argentina.