Diputados

La oposición aprobó la ley de boleta única y empezó a negociar en el Senado

Logró el quórum justo, pero sumó votos durante la sesión. Hay 3 senadores oficialistas que están de acuerdo, pero piden cambios o implementar el sistema en las provincias.

La oposición logró reunir una mayoría en la Cámara de Diputados para aprobar la ley que implementa la boleta única de papel en las elecciones, luego de una sesión de 12 horas que comenzó con el quórum justo y estuvo por caerse debido a las complicaciones para viajar. 

La aprobación llegó después de un largo trajinar de los referentes de la oposición, liderados por Emilio Monzó, que empezó hace un mes cuando consiguieron una mayoría en el recinto para convocar a un plenario de las comisiones, siguió con la negociación del dictamen y concluyó en la sesión.

De esta manera, la oposición dio un primer paso en Diputados pero la boleta única deberá esperar, entre otras cosas porque los funcionarios del Gobierno que participaron del debate en comisiones advirtieron que ya no tienen tiempo para implementarla en 2023.

El debate continuará en el Senado, donde hay tres oficialistas que se pronunciaron a favor y alcanzarían justo para que la oposición reúna una mayoría.

Pero el tridente pedirá modificaciones y boleta única en provincias gobernadas por Juntos por el Cambio, según dijeron en las primeras negociaciones con Monzó y la senadora de la UCR mendocina Mariana Juri, mano derecha del jefe del interbloque Alfredo Cornejo. 

Boleta Única: el dictamen de la oposición impide el arrastre de Cristina en la provincia

"Gerardo Morales traba la boleta única en Jujuy. Es un doble discurso. Si no la aplica, no la discutiré en el Senado", sostuvo ante LPO el senador Guillermo Snopek, del Frente de Todos, quien el año pasado firmó un proyecto de boleta única. 

Su opinión vale doble porque preside la comisión de Asuntos Constitucionales que debería tratar el proyecto. Por ahora no hay fecha. Los otros oficialistas que avalan boleta única son el correntino Carlos Espínola y el entrerriano Edgardo Kueider, aunque elogió el sistema santafesino, con una urna por categoría. 

También es el que  prefiere el senador rionegrino Edgardo Weretilneck, que aportó su dupla de diputados para aprobar le ley.  

Emilio Monzó. 

En un encendido discurso de cierre, Silvia Lospennato  recordó que el reglamento del Congreso otorga tiempo hasta 2024 para sancionar la ley.

"Podría llegar a pasar que logremos alcanzar los ansiados 37 votos en el Senado y que el presidente la vete. Si es así, el año que viene volveremos a votar con este sistema antiguo, lleno de trampas, costoso y poco equitativo. Pero no tengo dudas de que en el 2023, cuando tengamos mayoría en el Senado lo haremos ley nosotros", señaló la diputada del PRO.

La sesión corrió riesgo el martes cuando la niebla demoraba vuelos y complicaba el traslado en rutas. La radical Karina Banfi, a cargo del bloque por el Covid 19 de Mario Negri, propuso demorar cuatro horas el inicio, para garantizar las presencias. La orden era que quien no tenía avión debía partir por tierra y así fue. Margarita Stolbizer estaba en la cumbre de las Américas de Los Angeles y llegó recién a las 8 de la mañana.

Podría llegar a pasar que logremos alcanzar los ansiados 37 votos en el Senado y que el presidente la vete.  Pero no tengo dudas de que en el 2023, cuando tengamos mayoría en el Senado lo haremos ley nosotros.

Pero cuando se confirmaron todos los arribos hubo una sorpresa: el ministro Eduardo "Wado" De Pedro logró que el neuquino Rolando Figueroa, del MPN, no diera quórum. Pero después de votó a favor. 

Lo imitó el santacruceño Claudio Vidal, quien tiene un partido provincial y hasta ahora había sido aliado del oficialismo. Hace dupla con el riojano Felipe Álvarez, otro advenedizo, que ayudó con el quórum pero fue el último en llegar. 

Se esperaba la ausencia de Negri, pero no la de la liberal Victoria Villarruel, compañera de Javier Mieli, quien llegó tarde y explicó por twitter que se equivocó de horario. Sin ellos, pasada media hora de la convocatoria había 129 diputados sentados, lo mínimo para abrir una sesión. La ley fue aprobada con 132.

El modelo de boleta única elegido es el que se utiliza en Córdoba, con todos los candidatos en una misma papeleta, los partidos políticos en la franja vertical y los categorías a elegir en la horizontal. Hay un casillero para que el votante elija a sus preferidos con una cruz. 

Para las elecciones generales, la primera columna tiene la opción de votar la lista completa, acompañada de los escudos de cada fuerza política, cuya ubicación se define por un sorteo público. No se puede votar en blanco y si se marcan dos casilleros se anula. 

Hay fotos de las fórmulas y de los primeros dos de cada lista. Pero no entran más de 5 nombres de las listas legislativas y el resto figurará en afiches pegados en los cuartos oscuros.

Florencio Randazzo, Emilio Monzó y Graciela Camaño. 

La ley sólo habilita boleta única para cargos nacionales (presidente, senadores y diputados) y si una provincia quisiera tener comicios locales el mismo día con otro sistema podrá hacerlo. De elegir boleta única debería dividirla de la de cargos nacionales, lo que impediría el "efecto arrastre" de los presidentes en las provincias. 

En comisión se incorporó la posibilidad de votar por correo a los argentinos que viven en el exterior, que había dispuesto Mauricio Macri en 2019 y Alberto vetó.   

"El Estado en las elecciones pasadas pagó 1 mil millones de boletas de las cuales solamente la ciudadanía utilizó 47 millones. Es decir que el 95% de las boletas se desperdiciaron, terminaron en la basura", inició el debate Miguel Nanni, de la UCR. 

Florencio Randazzo fue otro de los impulsores de la ley y se ganó menciones de los oficialistas, como el jefe Germán Martínez, quien recordó cuando en 2011, cuando era ministro del Interior, elogiaba la boleta partidaria. 

"Si bien el sistema es fiable, no hay ninguna duda, no es menos cierto que hay robo de boletas, que hay fiscales pagos, que las estructuras que tiene el gobierno tiene ventajas por sobre los que no lo tiene", dijo en la sesión el ahora diputado opositor.

"Hay una imperiosa necesidad de resolver un problema que no existe. No entendemos el apuro, esto de llevarnos de las narices. Hablan de consenso y no tienden puentes", atacó el pampeano Hernán Pérez Araujo, del Frene de Todos. 

Graciela Camaño y Emilio Monzó. 

Fueron 8 horas de discursos repetidos y no hubo más porque Omar de Marchi, del PRO, que presidió la sesión por el viaje de Sergio Massa a la cumbre de las Américas, logró que varios de sus pares de Juntos por el Cambio se bajaran de la lista de oradores. 

Hasta hubo un intenso ida y vuelta en el chat de radicales para lograr lo mismo, porque con el quórum tan justo para varios opositores estirar el debate era un riesgo innecesario.  

Carla Carrizo, de Evolución, le pidió a Alberto Fernández que "no sea conservador y no lo vete. Que se anime a innovar y no le tenga miedo al pueblo y a la demanda de la expresión popular".

"La boleta única se usa hace 11 años y su implementación fue fruto de una discusión profunda. Pregúntenle a un cordobés si quiere volver al viejo sistema. No hay que tenerle miedo a cualquier mejora en la calidad institucional", sostuvo Carlos Gutiérrez, de Córdoba Federal. 

El oficialista Leopoldo Moreau consideró que el sistema alienta el desdoblamiento de las provincias y la inestabilidad en los gobernadores. "Esta es una oposición que se reunió dos veces: una para dejarnos sin presupuesto y ahora para imponer esto sin consenso", atacó.

Cristian Ritondo le dejó el cierre a Lospennato, pero antes dijo que "la Boleta Única es más transparente, más económica, es ecológica, es mejor para la gente y eso no lo pueden discutir, es mejor. En un 95% de las democracias del mundo lo usan".

Germán Martínez y Marcos Cleri. 

"Hablan todo el tiempo de que hay que escuchar los problemas de la gente, si quieren repasamos algunos, son logros de ustedes porque de los 19 años gobernaron 15 años, el 80% y se encargaron de hacer mierda la Argentina", completó el jefe del PRO. 

Los discursos de cierre encendieron aún más el debate. Banfi también se animó a increpar. "No seamos cobardes, no seamos cagones, no tengamos miedo que no pasa nada, compitamos, seamos transparente y, principalmente, tengamos un juego limpio", le propuso al oficialismo.

Se ganó los aplausos Graciela Camaño cuando desplegó todas las sábanas que se usaron en la interna de Moreno, provincia de Buenos Aires, un collage de varios metros de largo que desenrolló Monzó. 

"Esto es lo que vamos a votar: que esta cantidad de personas, de boletas y de confusión electoral aporte a que el ciudadano no tenga la posibilidad de elegir", celebró entre aplausos.

El jefe de ese bloque no se la dejó pasar. "Esa boleta nunca existió. Eso es una composición de trabajo práctico como las que hace mi hijo. Me parece que no todo vale".

 "No les interesa la boleta única, como no les interesaba Bienes Personales, lo único que les interesa sin importar el tema es que haya una demostración de una mayoría mínima circunstancial con el único objetivo de instalar un titular que permita decir que acá estaba el germen y el inicio de una nueva mayoría", interpretó.