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Una hija de mexicanos que trabajó con Obama compite para ser la primera mujer a cargo de la fiscalía de Los Ángeles

Marina Torres nació en la pobreza, pero logró estudiar en Berkeley y Stanford. Hoy se especializa en seguridad y crímenes de odio. Los comicios son el martes próximo.

Marina Torres, una ex asistente del fiscal federal en el sur de California e hija de inmigrantes mexicanos, está ante el desafío más importante de su vida. El martes próximo, 7 de junio, competirá por la fiscalía de distrito de la ciudad Los Ángeles. "Nací y crecí en Los Ángeles, y he vuelto a recorrer las calles como oficial federal y ahora como candidata a la fiscalía, así que tengo una impresión muy clara de lo que debo hacer como fiscal", le dijo la joven abogada a La Política Online. 

"Los angelinos cargan con la carestía de la vida, con las secuelas sociales y económicas de la pandemia, como para que encima tengan que preocuparse diariamente por su seguridad", comentó la oficial que cuenta con 20 años de experiencia, aunque es quizás la aspirante más joven entre siete candidatos a la fiscalía. 

Torres recuerda siempre que en Los Ángeles creció en la pobreza, como hija de dos obreros inmigrantes mexicanos. Sus padres, oriundos de Michoacán y Jalisco, cruzaron la frontera como indocumentados en busca de una mejor vida.  Ella nació en la ciudad de Pomona, condado de Los Ángeles.

Hoy se propone reemplazar al actual procurador de la ciudad, Mike Feuer, que ya no puede reelegirse. Su historia es una más entre tantas de latinos que hoy asumen un protagonismo creciente en la política y las instituciones. 

Torres creció en la pobreza, como hija de dos obreros inmigrantes mexicanos. Nació en Pomona y sus padres, oriundos de Michoacán y Jalisco, cruzaron la frontera como indocumentados en busca de una mejor vida. 

Cuando Marina Torres era adolescente falleció su padre, y ella trabajó para financiarse estudios de Leyes en la Universidad de California en Berkeley (UCB) y luego en la Universidad de Stanford. Al terminar de estudiar en el norte de California, regresó a Los Ángeles a trabajar como asistente de la fiscalía federal, en la división criminal que enfrenta la corrupción, los carteles de las drogas y el supremacismo blanco. 

Después de graduarse, ingresó en un bufete privado de abogados en Los Ángeles y llegó a colaborar con Barack Obama. Puso sus esfuerzos al servicio del diseño y la puesta en marcha del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia -DACA por sus siglas en ingles- y las políticas de migración para el Departamento de Seguridad Nacional.

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"Me ha tocado reunir evidencias sobre crímenes de odio, delitos que se basan en diferencias raciales en Los Ángeles", dijo en un perfecto español, su lengua materna en casa de sus padres. Torres asegura que quiere impulsar un enfoque medio para combatir la delincuencia, sin apelar a las medidas severas que se impusieron en California en la década de los años noventa, pero tampoco con una creciente tendencia que prefiere resarcir daños e ignorar agravantes para reducir la población carcelaria. Si es electa el martes próximo, su nombre se convertirá en el de la primera mujer de la historia en asumir el cargo de fiscal de Los Angeles. Y será una mujer latina.