OTAN

Garzón se despega de Podemos y deja la puerta abierta a participar de la cumbre de la OTAN

El ministro de Consumo salió a defender a Yolanda Díaz y se mostró sorprendido por la denuncia de los morados. Se espera que la vicepresidenta asista a la cumbre de la OTAN de finales de este mes.

 Alberto Garzón, una de las figuras más cercanas a Yolanda Díaz dentro del gobierno, salió al cruce de Podemos en medio de la interna que atraviesa la izquierda. El ministro de Consumo defendió este miércoles el contrato para la cumbre de la OTAN que se celebrará a finales de este mes en Madrid, después de que los morados asegurasen que se había adjudicado "a dedo".

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El coordinador general de Izquierda Unida respaldó a la vicepresidenta segunda, que ayer martes aclaró que "ese contrato fue aprobado en términos de legalidad en el Consejo de Ministros". Garzón mostró sorpresa por las declaraciones de dirigentes de Podemos y señaló que no sabía "por qué han hecho esta afirmación". "Es una acusación que Podemos tiene que acreditar, yo no la comparto", dijo a RNE.

Para Garzón y el ala "yolandista" de Unidas Podemos la crítica no es por los 37 millones de euros para la cumbre, sino de sentar una posición opuesta a la del PSOE. La táctica puede rendir a corto plazo de cara a las elecciones andaluzas, pero al mismo tiempo complican la convivencia en el Ejecutivo y en el Congreso de los Diputados, donde se viene profundizando una división en el voto entre morados y socialistas. 

La táctica puede rendir a corto plazo de cara a las elecciones andaluzas, pero al mismo tiempo complican la convivencia en el Ejecutivo y en el Congreso de los Diputados, donde se viene profundizando una división en el voto entre morados y socialistas

El ministro recordó que IU emergió como un espacio contrario al ingreso de España a la organización atlántica. La postura era compartida incluso por el PSOE en los '80. "Siempre ha habido claramente la conciencia de que la OTAN sea un instrumento para resolver los problemas en una línea de paz y solidaridad entre pueblos", destacó Garzón, para después reconocer que en un gobierno de coalición no todos piensan igual.

Yolanda Díaz no confirmó todavía su presencia en la cumbre de la OTAN. 

De esta forma, dejó abierta la posibilidad de asistir a la cumbre, al igual que Díaz, quien por ser vicepresidenta integra el Consejo de Seguridad Nacional. Dentro de Podemos habían decidido mantener pública la línea anti belicista frente a la postura pro atlantista del PSOE, pero cuando Díaz no secundó a los morados se encendieron las alarmas y salieron a presionarla para que fijara una posición afín.

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Garzón advirtió la movida y por eso declaró que "donde ponemos el acento es en el acuerdo de coalición", apuntando que las "diferencias que hay en otras cuestiones no ponen en peligro el gobierno". Además, lamentó que "hemos vuelto a las puñaladas y despachos", en clara alusión a los duros cuestionamientos de los ministros de UP que responde a Pablo Iglesias. "Es muy importante proteger a Yolanda Díaz", indicó en relación con el proyecto político que prepara la ministra de Trabajo.

Ione Belarra cuestionó el gasto de la cumbre y defendió la línea pacifista de Podemos.

Por lo pronto, Díaz y su equipo no quieren generar mayores discrepancias en el espacio confederal hasta pasadas las elecciones del 19 de junio. Eso explicaría que deje en suspenso la confirmación acerca de su asistencia a la cumbre y el armado del frente amplio, al que el sector del "pablismo" mira con desconfianza. En efecto, las palabras de Garzón no hicieron más que prolongar la disputa por la cumbre.

Es muy importante proteger a Yolanda Díaz y que esto salga adelante, no solo por el bien de nuestro propio espacio político sino para que siga habiendo fuerzas progresistas en el gobierno que promuevan la protección social

De hecho, la líder de Podemos, Ione Belarra, insistió con el discurso pacifista y en el monto destinado a la cumbre, algo que "no quiere la ciudadanía", a pesar de que las formaciones más votadas en las últimas generales, PSOE y PP, son abiertamente pro OTAN. Mientras, Iglesias fuerza la comparación entre Díaz y la conversión del PSOE, que pasó de rechazar la adhesión de España a la alianza a apoyar su pertenencia.

Esta vez, los morados apuntan a Díaz para condicionar los parámetros del frente progresista que la vicepresidenta tiene en mente, con el objetivo de proteger sus banderas y que la identidad de Podemos no se licúe dentro de la nueva estructura. La OTAN se presenta como una cuestión simbólica y Podemos no ignora la guerra en Ucrania. Pero salvar su imagen en momentos de campaña parece la prioridad.