OTAN

Erdogan aceptaría a Suecia y Finlandia en la OTAN si tiene luz verde para atacar el Kurdistán

El presidente turco prometió una nueva incursión militar en el norte de Siria. Las milicias kurdas cuentan con el respaldo de Estados Unidos.

 Luego de especular con el veto a Suecia y Finlandia, Recep Tayyip Erdogan estaría dispuesto a que ambos países ingresen a la OTAN. A cambio, el presidente turco pedirá luz verde para continuar su ofensiva en el noroeste de Siria, donde se asientan las Unidades de Protección Popular (YPG), a las que Ankara presenta como el brazo militarizado del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Erdogan habían cuestionado la incorporación de Suecia y Finlandia por el presunto apoyo de sus gobiernos al PKK.

Turquía especula con el veto a Suecia y Finlandia en la OTAN para bloquear a los kurdos

Ankara apuesta por su poder de fuego para erigir "zonas de seguridad" que se extienden 30 kilómetros sobre el territorio del llamado Kurdistán sirio. Según los cálculos de Erdogan, si el Pentágono el interés por Suecia y Finlandia es genuino, entonces deberá soltarles la mano a las milicias del YPG, que cuentan con su respaldo. Y el presidente da por descontado que la administración Biden terminará haciendo la vista gorda con los kurdos.

Desde 2016 que Turquía controla la zona, esencial para contener el avance del grupo guerrillero, al que el Erdogan tilda directamente de terrorista. Ayer lunes, el mandatario prometió una cuarta incursión a gran escala en el norte de Siria. Estas declaraciones levantaron suspicacias en el Kurdistán sirio y también en Estocolmo y Helsinki, donde vez cada vez más cerca una entrada sin restricciones a la alianza atlántica.  

Para Ankara es clave que levanten el embargo a la venta de armas, que tanto Helsinki como Estocolmo impusieron en respuesta a las incursiones sobre territorio sirio. Ese punto y la vía libre para combatir al YPG tendrían el visto bueno de la Casa Blanca

De hecho, altos funcionarios de los dos países nórdicos se trasladaron este martes a Turquía para apurar las negociaciones. Para Ankara es clave que levanten el embargo a la venta de armas, que tanto Helsinki como Estocolmo impusieron en respuesta a las incursiones sobre territorio sirio. Ese punto y la vía libre para combatir al YPG tendrían el visto bueno de la Casa Blanca. Pero para los gobiernos sueco y finlandés resulta más complicado venderles esa concesión a sus respectivas sociedades.

La primera ministra sueca Magdalena Andersson junto al presidente estadounidense Joe Biden, el jueves pasado en la Casa Blanca. 

El secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, también avaló el acercamiento entre Turquía, Suecia y Finlandia y consideró legítimas las exigencias de Erdogan, tras reconocer que "ningún otro aliado de la OTAN ha sufrido más ataques terroristas que Turquía". Erdogan instó a la alianza a adoptar pasos "concretos" antes de abrir las negociaciones. Si se aceptan las demandas turcas, la adhesión estaría prácticamente consumada.

Rusia amenaza a la OTAN con desplegar armas nucleares en el Báltico si acepta a Suecia y Finlandia

Biden recibió el jueves pasado en la Casa Blanca a su par de Finlandia, Sauli Niinistö, y a la primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson. Los tres dirigentes dejaron en claro que era primordial conversar con Erdogan para destrabar el proceso. Antes de concluir la semana, la OTAN podría contar con dos nuevos miembros.