Podemos presiona a Sánchez para derogar la inviolabilidad del rey emérito
El regreso del emérito volvió a tensar la relación entre los socios de coalición y el bloque de investidura. El PSOE se ha desmarcado de la polémica y aborda la vuelta de Juan Carlos I como una cuestión que involucra solo a la casa real. Sus socios no piensan lo mismo y, aprovechando la visita programada a Sanxenxo para este fin de semana, piden a los socialistas que contemple la eliminación de la inviolabilidad del rey.
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Uno de los más duros con el emérito fue el portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, quien acusó a la monarquía de ser una institución "diseñada para delinquir con impunidad" y apuntó al principio de inviolabilidad porque garantiza la impunidad de los futuros monarcas. Pero los morados saben que sin la iniciativa del PSOE ninguna iniciativa en ese sentido puede prosperar.
Fuentes del partido dijeron a LPO que descartan convocar una comisión de investigación porque "ya se han apoyado muchas que no salen por la Mesa del Congreso" y apuestan por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, donde Podemos respalda la demanda de Izquierda Unida, el Partido Comunista y el Foro de Abogados y Abogadas de Izquierda luego de que la Fiscalía del Tribunal Supremo archivara las investigaciones.
Íñigo Errejón también cargó contra el emérito y la imagen de impunidad que transmite con su regreso. "Ha perdido el respeto a todos los españoles, republicanos o monárquicos, que le han mantenido hasta ahora", disparó el líder de Más País, que además apuró a Sánchez a modificar la legislación para que el monarca pueda ser investigado por sus actos privados.
El rey Felipe VI y el presidente Pedro Sánchez en La Palma, en marzo pasado.
La expresidenta Carmen Calvo reconoció que el Ejecutivo de Sánchez buscó acordar con el PP la eliminación o al menos la reforma de la inviolabilidad, y El País sostuvo que las negociaciones incluyeron a representantes de la casa real. Pero la iniciativa se estancó y entonces el gobierno se resignó al regreso del emérito. La prudencia de Moncloa, con todo, no es un aval a Juan Carlos, sino una estrategia para no exacerbar a sus aliados.
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Para la izquierda y las formaciones nacionalistas el centro del problema es la falta de explicaciones y la sensación entre los españoles de que quedarán delitos sin consecuencias penales. Joan Baldoví, el diputado de Comprís que presentó una proposición de ley sobre la inviolabilidad en septiembre de 2020 junto a Errejón e Inés Sabanés, de Equo, lamentó que el emérito y la casa real no darán "explicaciones de todo el dinero que han recibido, de todo el dinero que no han declarado y de todo ese dinero que en definitiva se va a quedar impune".
En el PSOE no quieren abrir otro frente, con la izquierda cuestionándolo por ser demasiado flexible y la derecha defendiendo la inocencia del emérito, pero dentro del partido recuerdan que el presidente aseguró que Juan Carlos le debía explicaciones a la población. Era marzo y la vuelta del exjefe de Estado ya estaba prácticamente cerrada.
Los socialistas insisten en que un proyecto de ley para reformar la inmunidad penal del jefe de Estado necesariamente implica una reforma constitucional improbable sin el apoyo del PP. Para Moncloa se trata de rebajar el potencial riesgo de ruptura entre el ala socialista y el ala morada del gobierno por el retorno de Juan Carlos, en particular cuando la legislatura atraviesa uno de sus momentos más críticos.