Semillas

El Gobierno aprobó la siembra de trigo transgénico y La Rural lo rechazó

La firma Bioceres cumplimentó los trámites de aprobación del evento tolerante a sequía. "No hay certeza del impacto que puede tener en los mercados externos", dijo Nicolás Pino.

El Ministerio de Agricultura aprobó este jueves la siembra de trigo HB4 resistente a sequía desarrollado por la firma Bioceres. La Secretaría de Alimentos y Bioeconomía dio por cumplimentado los trámites de aprobación de dicho evento transgénico.

"En un contexto de cambio climático en el que las sequías son cada vez más frecuentes, esta noticia es esperanzadora para el país y el mundo. En 2022, la Argentina puede perder 500.000 hectáreas de trigo por la falta de agua", explicó Gabino Rebagliati, vocero de Bioceres.

"Este anuncio es resultado del trabajo que llevamos adelante desde hace 20 años. Llega luego de las aprobaciones en Brasil, Colombia y el visto bueno en Australia; la ciencia argentina puede llegar muy lejos cuando se unen el sector público y privado", agregó Rebagliati.

El vocero de la compañía, con sede central en Rosario, aclaró que en la campaña 2022/23 no se venderá la semilla a los productores, sino que seguirá adelante con el plan "de identidad preservada", para evitar una posible contaminación con los trigos convencionales.

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"Nuestro programa de ‘Identidad Preservada', del que forman parte más de 250 productores locales, nos permite garantizar la calidad y los más altos estándares de esta tecnología única en el mundo y cien por cien argentina", señaló Rebagliati a LPO.

Actualmente se cuentan alrededor de 150.0000 toneladas de granos de la variedad HB4 cosechadas durante el verano. Ese volumen está siendo controlado por el Ministerio de Agricultura que apoyó desde un primer momento dicho desarrollo biotecnológico.

Como sea, en la cadena agroindustrial salieron a poner reparos a la aprobación de siembra de trigo transgénico por parte del Gobierno. Tanto los exportadores como los dirigentes rurales nucleados en la Mesa de Enlace cuestionan que aún no tenga el visto bueno de Brasil.

El primero en salir al cruce fue Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural (SRA). "Los productores agropecuarios recibimos con mucha preocupación la decisión del Gobierno nacional que permite sembrar trigo HB4", disparó el dirigente en su cuenta de Twitter.

Julián Domínguez.

"Si bien estamos a favor del uso de la tecnología, no tenemos certezas del impacto que puede tener en la comercialización del producto en los mercados externos", señaló Pino, que este miércoles recibió en su despacho en Palermo al diputado Cristian Ritondo.

En octubre de 2020 Brasil aprobó el evento transgénico, pero condicionado solamente al uso de la harina de trigo HB4 y no para la semilla. Lo mismo ocurrió en Australia. En ambos países se espera que en los próximos meses haya aprobación definitiva.

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Los exportadores, por su parte, comenzarán a realizar inspecciones en vehículos que trasladen trigo para detectar el evento HB4. "Vamos a reforzar los controles; no se aceptará la presencia de transgénico en camiones destinados a exportación", advirtieron.

En este contexto, un informe de la Bolsa de Cereales (BCBA) presentado este jueves en el Congreso "A Todo Trigo" proyectó que la cosecha del cereal en la campaña 2022/23 será de 20,5 millones de toneladas, con una caída del orden del 6% respecto al ciclo anterior.

El dato es que la caída en la producción se da en medio de los precios internacionales récord del trigo debido a la invasión de Rusia a Ucrania. El trigo cerró este miércoles en u$s 407 versus u$s 284 hace exactamente un año atrás. En el mercado local se paga $ 43.770.