Telefónica y Amancio Ortega se quedan con Telxius y se expanden en el mercado digital global
Telefónica y Pontegadea, perteneciente a Amancio Ortega, finalmente concretaron la compra del 40% que tenía KKR en Telxius, la empresa dedicada a las infraestructuras de telecomunicaciones. La adquisición recibió el visto bueno del Consejo Administrativo de Defensa Económica de Brasil semanas después de que la Comisión Europea aprobara la operación.
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Las dos empresas españolas se repartirán en partes iguales la participación del fondo de inversión estadounidense y explotarán conjuntamente los cables submarinos, la red que cuenta con 93 puntos de presencia y las estaciones de amarre correspondiente. Ahora Telefónica pasará a controlar el 70% y Ortega retendrá el 30% de Pontel Participaciones, la sociedad que hasta el momento poseía el 60% del capital social de Telxius.
La compra, valuada en 215,7 millones de euros, se concretó tras la venta de las torres de telecomunicaciones de Telxius a American Tower en 2021, emplazadas en Alemania, España, Argentina, Brasil, Chile y Perú. El objetivo de Pontel es pisar fuerte en el mercado digital y aprovechar la capacidad de conectividad en Estados Unidos, Europa y América Latina. Pero la reciente operación no es el único negocio que le ha rendido a Telefónica en Brasil.
A finales de abril, la filial brasileña de Telefónica compró los activos de Oi, una de las principales empresas del mercado de telefonía móvil del gigante sudamericano, por unos 1000 millones de euros. Los activos se repartieron con los otros dos grandes operadores en ese país, Telecom Italia y Claro, pero la empresa española sumará 12,5 millones de clientes a los 99 millones que tenía antes de cerrar la compra.
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Brasil es el mercado más importante para Telefónica en América Latina. La transacción le permite además acceder a 43 MHz de espectro y 2.700 emplazamientos de acceso móvil. Las telecomunicaciones conforman un sector clave de cara al futuro y las empresas españolas lo perciben con claridad. A través de Telxius, Pontel accederá a unas redes de cable que se extienden por 94.000 kilómetros.