Caso Pegasus

¿Por qué los servicios secretos no evitaron el espionaje a Sánchez? La bronca de Moncloa con el CNI

Paz Esteban, la directora del CNI, quedó en la cuerda floja por el inadvertido hackeo que sufrió el presidente y la ministra Robles. "Hay que renovar los protocolos", reconoció Bolaños. Un sector del Ejecutivo pide su cabeza.

"Necesitamos recuperar el perfil bajo". Esa fue la premisa -la orden- que la ministra de Defensa Margarita Roble le pidió a Paz Esteban, elegida por el PSOE para dirigir el CNI. Era principios de 2020 y el Gobierno, en su cruzada por "renovar" muchas instituciones del Estado, inflaba el pecho por colocar a la primera mujer y primera agente de carrera al frente de la inteligencia española.

Un año y medio más tarde, en junio de 2021, el móvil de quien dio aquella directiva -terminar con los escándalos mediáticos que desde 2017 arrastraba el CNI- fue hackeado e infectado por Pegasus, un sistema de espionaje telefónico israelí usado por distintos gobiernos de todo el mundo para entrometerse en la intimidad de rivales y opositores políticos.

El espionaje alcanzó también (nada menos) al teléfono del presidente Pedro Sánchez. Los atacantes extrajeron 2,6 gigas de datos de su dispositivo. Algo parecido ocurrió con los móviles de los líderes del independentismo catalán, punta de iceberg de una inédita vulneración a la seguridad e intimidad del poder político.

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Hasta este lunes, Paz Esteban estaba señalada por no haber depurado a las "cloacas del Estado", término utilizado para definir el poder clandestino que, desde hace décadas, opera en los subsuelos del Palacio de la Moncloa. La Generalitat, ERC y Podemos están convencidos que el espionaje salió de las entrañas más turbias del CNI, una acusación que el Gobierno niega de manera rotunda.

Paz Esteban en su asunción como directora del CNI junto a Margarita Robles.

Ahora, tras conocerse el espionaje contra el propio Ejecutivo, Paz Esteban está también señalada por sus jefes políticos por el grave fallo de seguridad de los servicios de inteligencia. Ninguno de los tres mil agentes que trabajan en el CNI evitó ni descubrió el hackeo a los teléfonos de Sánchez y de Robles. "La situación de Paz Esteban es delicada", admiten por estas horas desde Moncloa.

Esteban entró en el servicio de inteligencia español en 1983. Un pariente de su padre le ofreció un trabajo en un "Ministerio", que resultó ser el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID), hoy CNI 

Muchos barones del PSOE piden su cabeza. Por lo pronto, han forzado a Esteban a suspender el acto por el 20 aniversario de la "refundación" de los servicios secretos. La ceremonia se iba a realizar este viernes con la presencia del Rey Felipe. Todas las invitaciones habían sido cursadas. Pero "el clima no está para festejos", explican las fuentes del Gobierno.

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El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, no disimuló su malestar por la poca eficacia de los servicios inteligencias en el escándalo. "Claramente, hay que reforzar los protocolos, seguramente será una de las conclusiones que adoptemos", admitió este martes en diálogo con Cadena Ser. Y agregó: "La directora del CNI sigue en el CNI, está trabajando para esclarecer los hechos y esa es la fase en la que estamos".

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, le soltó aún más la mano: "Tiene todo el apoyo. Pero no podemos hablar de futuribles", respondió esta mañana en rueda de prensa cuando le consultaron por su salida.

Más directo y explícito fue el exvicepresidente y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias: "Si los servicios de inteligencia no han podido impedir que otro país espíe al Presidente, los jefes políticos y administrativos del CNI deben dimitir. Si el espionaje ilegal viene del propio CNI y sectores del Estado, los ministros responsables deben dimitir y hay que depurar", resumió en sus redes sociales.

No solo es delicada la situación de Esteban. También muy paradójica. Fue nombrada, justamente, para devolverle al CNI su perdido y necesario perfil bajo. La guerra abierta entre su expresidente, el militar Sanz Roldán, y su archienemigo, el comisario José Villarejo, había desacreditado, como nunca, a la inteligencia española. Hasta la prensa rosa hablaba del CNI durante el mandato de Mariano Rajoy por su papel en el romance del rey Juan Carlos con Corinna Larsen.

No solo es delicada la situación de Esteban. También muy paradójica. Fue nombrada, justamente, para devolverle al CNI su perdido y necesario perfil bajo

El 10 de febrero de 2020, cuando asumió en el cargo, la ministra Robles la definió como "el mejor ejemplo de una servidora del Estado". "Es una mujer que lleva más de 30 años trabajando en el Centro, que ha dado su vida por él, y que lo ha hecho de una manera eficaz, seria, responsable y callada. Éste es un hito más en su carrera de servicio a España y a los españoles", dijo exultante.

El "perfil" de Paz Esteban, 64 años, -licenciada en Filosofía y Letras en la Universidad Autónoma de Madrid- encajaba a la perfección para lo que pretendía el PSOE con la dirección del CNI: muñeca, conocimiento técnico, trayectoria y experiencia.

Paz Esteban en marzo de este año en una intervención pública.

Entró en el servicio de inteligencia español en 1983. Iba a opositar para funcionaria de Archivos y Bibliotecas. Pero un pariente de su padre le ofreció un trabajo en un "Ministerio", que resultó ser el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID), hoy CNI.

Se especializó en inteligencia exterior, pero nunca llegó a ejercer como "agente de campo". Hasta el 2004, cuando ascendió a cargos directivos, realizó labores de analista. Son muy recordados sus informes sobre los atentados del 11-S y del 11-M, por poner dos ejemplos.

Muchos barones del PSOE piden su cabeza. Por lo pronto, han forzado a Esteban a suspender el acto por el 20 aniversario de la "refundación" de los servicios secretos

Cuando en el 2016 el CNI se hizo con la licencia de Pegasus, Esteban era jefa del Gabinete Técnico, un puesto al que accedió en el 2010 y que desempeñó hasta junio de 2017, cuando Soraya Sáenz de Santamaría, exvicepresidenta de Rajoy, la nombró Secretaria GeneraI, el segundo cargo más alto del organismo.

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En julio de 2019 finalizó el segundo mandato del director Sanz Roldán. En ese momento, el Gobierno de la Nación se encontraba en funciones desde las elecciones generales de abril de 2019, por lo que no tenía competencias para proponer un nuevo director. Debido a esto, Esteban, que era la secretaria general del CNI y, por lo tanto, la segunda autoridad de la agencia, asumió la dirección del centro de forma interina, siendo la primera mujer en estar al frente.

Su nombramiento definitivo llegó un año más tarde. "Lo importante: evitar escándalos", le repitió Robles en las charlas previas a la posesión del cargo. Hoy está al borde de la destitución por su responsabilidad en el peor de los escándalos: un espionaje "externo" contra el Jefe de Gobierno.