La interna por Milei paraliza a los bloques de Juntos en el Congreso
La conformación de las comisiones no es el único trámite demorado en la Cámara de Diputados: a cinco meses de renovarse la mitad del recinto, Juntos por el Cambio no definió sus autoridades para funcionar.
Y es casi imposible que lo haga después de los pases de factura por el comunicado de la mesa de conducción que rechazó un acuerdo con el liberal Javier Milei. Sirvió además como una reacción de la UCR a las acusaciones contra Gerardo Morales por un supuesto pacto con Sergio Massa.
El interbloque JxC funciona en los hechos con un diálogo de segundas líneas de cada bancada, como son las secretarias parlamentarias Soledad Carrizo (UCR) y Silvia Lospennato (PRO). Pero la posibilidad de formalizar alguna mesa de conducción que jerarquice esos roles está cada vez más lejos.
La falta de organicidad entre los bloques de Juntos impide cualquier avanzada opositora, pese a que el oficialismo no tiene mayoría propia. De hecho, para llamar a la sesión del jueves que tratará la ley de boleta única, fueron necesarias gestiones de los diputados más dialoguistas.
La convocatoria estuvo muy cerca de caerse y se empañó con un pedido del radical Julio Cobos para tratar esa misma tarde un salvataje a los deudores de créditos UVA, que no tiene consenso entre los diputados del PRO.
Pero el tema de debate por estos días es Milei y Morales. El jueves, los grupos de chats de diputados del PRO ardieron, con los halcones vinculados a Patricia Bullrich cuestionando el veto al economista, a quien nadie salió a criticar. En la UCR y la Coalición Cívica no hay ese debate, porque lo consideran un enemigo desde que empezó a insultarlos en la campaña.
Julio Cobos, Cristian Ritondo y Mario Negri.
En diciembre, los diputados de la coalición forzaron a Carrió a firmar un comunicado para rechazar las críticas del libertario, quien junto a los radicales los ubica en la socialdemocracia, con ideales "colectivistas" que desprecia.
Esta vez, Lilita se encendió sola y fue a Todo Noticas a definir a Milei como un dirigente financiado por movimientos conservadores, con la misión de terminar con las democracias liberales. Lo comparó con Adolf Hitler y su ascenso al poder en una Alemania deprimida por las consecuencias económicas de su derrota en la primera guerra mundial.
Los halcones no aceptan el comunicado contra Milei y responsabilizan a Juanjo Méndez, funcionario de Horacio Rodríguez Larreta, secretario de comunicación el PRO y, dicen, a cargo del punteo final del texto. Creen que tomó la letra de Morales, el senador Martín Lousteau y Maxi Ferraro, presidente de la Coalición Cívica.
Había pasado un debate de más de una hora sobre el diputado liberal. "Si Milei viene a Juntos por el Cambio, yo lo rompo", llegó a decir el jujeño, ante la mirada de Mauricio Macri. Lousteau remarcaba que su colega "no tiene contenido" y Ferraro lo acompañaba. Bullrich llegó tarde y se sorprendió con lo que escuchaba.
"Nombramos a Milei en un comunicado, cuando nosotros sacamos 48 puntos en el país y él 300 mil votos en la Ciudad de Buenos Aires", se lamentaba uno de los legisladores presentes en la reunión, pero sin voz para hacerse escuchar.
Juanjo Méndez y Rodríguez Larreta.
Morales negó la versión de un supuesto pacto suyo con Massa para quedarse con la diputada Roxana Reyes en la Magistratura, que según ese relato habría incluido cierta complicidad con la división del oficialismo en el Senado para sumar un consejero más.
El gobernador había acusado a Macri por esos artículos periodísticos, quien después de escuchar su descargo se defendió con una prédica por la libertad de prensa y un tiro por elevación al presidente de la Cámara de Diputados: "No me responsabilices a mi. Eso te pasa por ser amigo de Massa, que te enreda en una telaraña. Ya se lo dije a Horacio (Rodríguez Larreta) y no me hace caso".
El jefe de Gobierno no respondió, pero Morales si. "Con vos, vamos a hablar después", le advirtió al ex presidente. "¡Es que no podes ser amigo de Massa!", intervino Bullrich.
La presión tuvo un resultado: el gobernador descartó, en un comunicado de la UCR, negociar una nueva ley de la Magistratura con el Gobierno. LPO había anticipado que las gestiones estaban en marcha. Tenía sentido que lo hiciera: si se mantiene la ley de 1997 que la Corte puso en vigencia el Frente de Todos podría quedarse con 6 de los 8 legisladores que tendrá el organismo hasta 2026. De mínima, tendrá 5.
Pero para los interesados en una Magistratura enfrentada al Gobierno, Morales es un motivo de sospecha, porque ya dijo que considera necesario terminar con la grieta y levantar al país con acuerdos nacionales por cada tema.
El único en defender al presidente de la UCR en la reunión de la mesa fue Mario Negri, jefe de los diputados radicales y su enlace con el Congreso junto al senador Luis Naidenoff. Quiso explicar que Reyes ya había sido elegida como consejera cuando Cristina partió el bloque del Senado, pero abusó de lenguaje legislativo y cansó a Macri.
"No entendí nada lo que dijiste", lo interrumpió el ex presidente, quien siente cada vez más lejos de Juntos a la conducción radical. "Gerardo habla mucho del Estado y la gente ya no confía en el Estado que te cuida", suele decir.
Entre los senadores de Juntos no hubo demasiados comentarios sobre las peleas, porque en la reunión que tuvieron el miércoles no habían tomado estado público. La discusión se agotó en el rechazo a la propuesta del oficialismo para aumentar los miembros de la Corte.
Para la Coalición, la UCR y los PRO cercanos a Larreta y Vidal, el comunicado cerró el tema Milei, porque ni Bullrich ni Macri les harán firmar otro para retractarse.
Sólo con eso, se sienten triunfadores ante halcones como Waldo Wolff, amigo del economista y mano derecha de Bullrich.
Además de cualquier consideración personal, la presidenta del PRO considera un riesgo romper con los liberales porque debilita alianzas en las provincias.
Hay armados nacientes en Córdoba y Mendoza que si van por afuera de Juntos le podrían quitar votos. Y muchos. Ni que hablar la provincia de Buenos Aires, que tiene elecciones simultáneas con la Nación.
Los halcones ya le ofrecen un candidato a Milei: el intendente de Capitán Sarmiento Javier Iguacel, quien, destacan, bajó las tasas municipales. Todo un libertario.
El jefe del PRO Cristian Ritondo, cercano a Vidal y con pretensiones de ser gobernador, estuvo hace un mes reunido con Milei por más de una hora, pero le falló: prometió incluirlo en la comisión de Finanzas, pero no apareció. Sus dirigidos no lo permitieron.
El economista le habló sobre dolarización y Ritondo le pidió respaldo cuando se trate la ley boleta única. Milei se lo garantizó, pero no apareció firmando la convocatoria. Nadie lo llamó.
Cerca del diputado liberal dicen que su enfrentamiento con Larreta tiene otro origen: el año pasado hubo gestiones para bajarlo de la competencia, que llegaron hasta su círculo de aliados más cercanos. Además, lo acusa de socialista. De Macri no opina lo mismo. Por eso hablan seguido.