Versiones encontradas sobre una feroz balacera frente al edificio donde está detenido el jefe de Los Monos

 Este miércoles, en horas en que caía la noche, un intercambio de disparos de armas de fuego de grueso calibre puso en shock a los vecinos del barrio Las Heras, en la zona sur de Rosario. Según testimonios de personas que presenciaron la balacera, dijeron a LPO que se trató de una verdadera batalla entre un grupo de atacantes y policías de la Agencia de Investigación Criminal (AIC).

Es que en Lamadrid al 500, se encuentra la sede de la agencia policial donde en horas de la mañana fueron alojados Ariel "el viejo" Cantero y su ex mujer Celestina Contrera luego del megaoperativo en el que se detuvo a otros 18 integrantes de la banda narcocriminal Los Monos.

El viejo Cantero y la Cele fueron los precursores del clan que a tiros y sangre escribieron una parte importante de la historia del hampa local y el nombre de su hijo, Claudio "el pájaro" Cantero, trascendió los límites de la ciudad como el líder de la poderosa banda que se caracterizó por lo despiadada a la hora de resolver las disputas.

Sospechados de integrar una asociación ilícita, los fiscales Franco Carbone y Valeria Haurigot junto a la Tropa de Operaciones Especiales realizaron un megaoperativo que terminó con la pareja y otros 18 supuestos integrantes de la banda detenidos en la sede de la AIC donde horas después se desató un verdadero infierno.

Según las versiones que ofrecieron fiscalía y fuentes de la policía, la refriega se originó por un intento de robo a un supuesto oficial de la AIC que se trasladaba en moto, al igual que los atacantes, con la mala suerte que todo ello se produjo a metros de las puertas de la agencia policial.

Sin embargo, vecinos del lugar dieron una versión totalmente distinta y afirmaron que se trató de un ataque premeditado de tiratiros contra el lugar donde están alojados los integrantes de Los Monos.

De hecho, los testigos aseguran haber visto un auto negro, desde donde habrían disparado los primeros proyectiles, acompañado por las dos motos que tras la balacera quedaron tiradas en el medio de la calle.

Las mismas fuentes aseguran haber escuchado más de treinta detonaciones entre las que supuestamente apuntaron hacia la AIC y la de la policía. Es que algo que sorprendió a los vecinos, que no lograban salir de la conmoción, fue la rapidez con la que los uniformados abrieron fuego para repeler la embestida; "era como que se la veían venir, estaban preparados porque sabía que algo así podía pasar".

Lo que no sabían en el vecindario era de la presencia de Los Monos en ese edificio que en rigor, nunca se pensó para alojar detenidos. Sin embargo, están al tanto que cada vez que hay un operativo en contra de Los Monos, suele juntarse grupos de jóvenes a modo de presión a las autoridades policiales y judiciales.

Esta vez, fue distinto según los testigos, se trataba de la detención de las dos figuras más importantes de la banda y sobran antecedentes de lo que son capaces de hacer en una situación así. En consecuencia, descreían de las explicaciones oficiales sobre un supuesto robo.

De hecho, en ningún parte figura la presencia del auto negro como tampoco se informa de la cantidad de proyectiles que impactaron en los autos estacionados hasta media cuadra pasando el edificio de la AIC por la cortada Las Heras por donde los sospechosos se dieron a la fuga mientras dos fueron detenidos. "Seguramente se fueron en ese auto negro o pasó otro vehículo y se los llevó", infirieron los testigos.