La 4T ahora va tras Lía Limón por un caso de "tortura" contra un vecino de la Álvaro Obregón
Junto a la secretaria general de Morena, Citlalli Hernández, y el dirigente de Morena en CDMX, Tomás Pliego, el ciudadano Francisco Alvarado Hernández denunció que el pasado martes 19 de abril fue víctima de tortura por parte de elementos de la Policía Bancaria Industrial, quienes -aseguró- "actuaron por petición de la alcaldesa Lía Limón García" derivado de un conflicto vecinal en la Álvaro Obregón.
En conferencia de prensa en el Patio del Federalismo en el Senado de la República, Alvarado Hernández aseguró que "fue detenido de manera arbitraria por patrullas sin placas", además de haber sido privado de su libertad por al menos cuatro o cinco horas, lapso en el que fue "golpeado y torturado". Subrayó además que su detención "no fue notificada" a autoridad alguna.
Relató además que en ningún momento tuvo la posibilidad de comunicarse con sus familiares, quienes finalmente pudieron ponerse en contacto con la diputada local de Morena, Valentina Batres, e iniciar la búsqueda del vecino. Y anunció la presentación de una denuncia penal por los hechos de abuso policiaco, violencia y tortura en su contra.
Citlalli Hernández, quien regresó a su escaño en la Cámara alta, anunció la inscripción de un punto de acuerdo donde se exhorta a Lía Limón a remover de su cargo a los servidores públicos implicados en los presuntos actos de tortura y, al mismo tiempo, exigió que la alcaldesa pida licencia como titular de la alcaldía Álvaro Obregón "en tanto se resuelva el caso". "Morena no permitirá que exista una regresión en las alcaldías donde gobierna el PAN", advirtió.
"Pareciera que las alcaldías de 'Va por México' no entienden que hace tiempo en esta ciudad se conquistaron derechos y libertades", agregó Hernández Mora, en alusión al caso de Sandra Cuevas, quien el pasado 11 de febrero agredió a tres miembros de la Policía Auxiliar de la CDMX. La alcadesa de Cuauhtémoc mantuvo secuestrados a los policías en su oficina, donde los agredió y despojó de sus pertenencias.
Por estos hechos, la perredista tuvo que pedir disculpas dos veces (la primera no lo hizo como marca la ley, a pesar de que ella aseguró que ya se había disculpado), mientras ante medios de comunicación insistió en su inocencia e incluso llegó a protagonizar un polémico evento de respaldo a su favor en la explanada de la alcaldía Cuauhtémoc, donde lanzó a los presentes -con sus propias manos- pelotas con billetes de 500 pesos.