Ultraderecha

El PP celebra el triunfo de la "moderación" en Francia y no oculta su contradicción por los pactos con Vox

Feijóo y los principales barones del PP felicitaron a Macron y a su modelo "centrado y europeísta", contrario a las ideas de la ultraderecha. La retórica de los populares choca con sus pactos de gobernabilidad con Vox.

El triunfo de Emmanuel Macron en las elecciones francesas volvió a evidenciar la incomodidad del Partido Popular respecto a su relación con la ultraderecha. Una incomodidad que, muchas veces -como en este caso- se traduce en contradicción. Tanto Alberto Núñez Feijóo como los principales barones del partido celebraron este domingo por la noche la victoria de la "moderación" en el país vecino, a pocos días de haber formado su primer gobierno de coalición con Vox.

"Francia ha decido seguir por el camino de la estabilidad, la centralidad y la moderación. En un momento tan transcendental, el pueblo francés nos envía un mensaje muy importante: ha elegido seguir construyendo una Europa más fuerte y unida", tuiteó el líder del PP una vez consumada la elección de Macron.

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La palabra "moderación" -antítesis de la radicalidad de Vox- fue elegida también por dos de los principales barones del PP, dos de los presidentes autonómicos más salpicados por el avance de la ultraderecha.

"Enhorabuena Emmanuel Macron. Su triunfo en las elecciones presidenciales francesas representa la moderación y el diálogo, así como la defensa y el valor de la Unión Europea. Castilla y León seguirá estrechando lazos comerciales, económicos y culturales con Francia", publicó en sus redes sociales Alfonso Fernández Mañueco, recientemente reelecto en Castilla y León.

Tanto Feijóo como los principales barones del PP celebraron la noche la victoria de la "moderación" en el país vecino, a pocos días de haber formado su primer gobierno de coalición con Vox 

Su Ejecutivo es el primero que le ha abierto la puerta de la gestión pública a Vox, formación declarada antieuropeísta. Sus socios regionales posaron y se sacaron fotos con Marine Le Pen durante la jornada electoral de este domingo.

El vicepresidente de Vox, Jorge Buxadé, posteó una foto junto a la candidata francesa. "El apoyo del 45% de los franceses es un extraordinario resultado para Marine Le Pen y sería un gran error ignorarlo. Es necesario que las oligarquías entiendan que no se puede confinar políticamente a la mitad de los europeos", escribió.

La contradicción de Mañueco es la más llamativa. No solo por su pacto de gobernabilidad con la ultraderecha, sino por haber alzado muchas de sus banderas durante su discurso de investidura. Asumió el concepto de violencia intrafamiliar, la idea de "inmigración ordenada" y rehusó hablar de Memoria Histórica para defender una nueva Ley de Concordia, que "evita la utilización de la historia para dividir".

El presidente de Andalucía, Juanma Moreno, también felicitó a Macron con un mensaje anti-ultraderecha. "Me alegro por la victoria de Emmanuel Macron y la confianza que de nuevo le ha dado el pueblo francés. Su modelo europeísta, moderado y centrado en el interés general de Francia es bueno para la UE. Le deseamos éxito desde el Sur de Europa".

Andalucía es la próxima comunidad autónoma que abrirá sus urnas (Moreno anunciará esta semana el adelanto de los comicios para finales de junio) y el próximo territorio donde el PP tendrá que gobernar con Vox, según todos los sondeos.

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Este lunes, el diario La Razón publicó su última encuesta: los populares ganarían las elecciones andaluzas con el 33,3% de los votos y solo podrían sumar la mayoría absoluta con Vox, que aumentaría sus actuales once diputados hasta alcanzar 18 (16%).

Para el líder de Vox, Santiago Abascal, los pactos territoriales con el PP son "un piso piloto" para poder extenderlo después al resto de España y alcanzar su objetivo de desalojar a Pedro Sánchez del Palacio de la Moncloa.

Para Feijóo, la proyección es "muy precipitada", pero con vicios de realidad. Los pactos con la ultraderecha están y van a seguir encima de la mesa. Génova, más por pragmatismo que por ideología, decidió abrirle la puerta a Vox. El felicitado Macron decidió todo lo contrario: portazo y cordón sanitario a la extrema derecha.