Biden ya habla de "genocidio" en Ucrania, pero Macron le pide "cautela"
La masacre de Bucha y la situación humanitaria en las ciudades y pueblos bajo asedio ruso convencieron al presidente estadounidense Joe Biden de que la situación en Ucrania se acerca a un genocidio, en línea con el gobierno de Volodimir Zelenski. Previamente, el líder demócrata se habría referido a las matanzas del Ejército ruso como "crímenes de guerra". Pero no todos los aliados de la Casa Blanca coinciden con este giro discursivo.
"Lo llamé genocidio porque cada vez está más claro que el presidente ruso Vladimir Putin está tratando de eliminar incluso la posibilidad de ser ucraniano. Las pruebas son cada vez más numerosas", aseguró Biden, quien sostuvo que "la situación es diferente de la de la semana pasada" ya que "cada vez hay más pruebas que están saliendo a la luz". Su par de Francia, Emmanuel Macron, le pidió "cautela" con los términos que se usan.
"Genocidio, eso tiene un sentido. El pueblo ucraniano y el pueblo ruso son pueblos hermanos", señaló el mandatario francés, que además pidió frenar la "escalada de palabras". La Casa Blanca raramente emplea la palabra "genocidio" para condenar las acciones de otro país. Lo hizo el mes pasado para referirse a la persecución de la población rohingya por parte del gobierno de Myanmar y las sistemáticas violaciones de derechos humanos que sufre la minoría uigur en manos del régimen chino.
El Departamento de Estado y la inteligencia norteamericana dice contar con indicios sobre los crímenes cometido por las tropas de Putin, cuya sistematicidad hacen pensar en una matanza planificada y a gran escala. Bucha, de cuyas fosas todavía continúan extrayendo cuerpos, no sería el único escenario de los crímenes ordenados por Moscú. Los bombardeos sobre ciudades e infraestructuras, parte de la estrategia militar rusa, implica la destrucción de patrimonio cultural -desde el teatro de Mariúpol hasta el memorial Drobytsky Yar en Járkov y el de Babi Yar en Kiev, que recuerdan matanzas de judíos ucranianos durante el nazismo-.
Cuerpos en Bucha esperando ser llevados a la morgue de la ciudad.
El propio Putin cuestionó la existencia misma de Ucrania como pueblo y nación, un paso previo para justificar una matanza sistemática. Zelenski le agradeció a Biden por "llamar a las cosas por su nombre", ya que resulta "esencial para enfrentarse al mal". En cambios, el gobierno de Kiev cuestionó a Macron por su reserva hacia el accionar de las tropas rusas en territorio ucraniano.
El impacto de la guerra en la población y en la cohesión de la sociedad ucraniana es otro punto que analizan Biden y su equipo. Las autoridades ucranianas afirman que Rusia deportó forzadamente a más de 120 mil menores de edad de Ucrania y acusan a Moscú de apurar un cambio en su legislación para acelerar los trámites de adopción.
El portavoz del Ministerio de Exteriores de Ucrania, Oleg Nikolenko, aseguró que "la reticencia del presidente francés a reconocer el genocidio de los ucranianos después de todas las declaraciones abiertas de los líderes rusos y las acciones criminales del Ejército ruso es decepcionante". "Los hermanos rusos supuestamente vinieron a proteger a la población de habla rusa. Pero en ocho años, 14.000 ucranianos han sido asesinados", agregó el vocero.
Ahora Rusia dice que la invasión a Ucrania busca terminar con "la dominación total de EEUU"
La ONU contabiliza 1892 civiles muertos desde el comienzo de la invasión el pasado 24 de febrero, pero la organización misma reconoce que son cifras muy alejadas de la realidad. En las zonas ocupadas por los soldados rusos podría multiplicarse el número de víctimas. Acnur cuenta más 4,6 millones de ucranianos que buscan refugio en otros países, mientras millones más sin determinar se convirtieron en desplazados internos.