Chile

Boric ya perdió 20 puntos y crece el malestar de los chilenos con la Constituyente

La última encuesta publicada por Cadem indica que el 46% de los consultados expresaron una opinión negativa sobre la nueva Carta Magna.

Gabriel Boric lleva un mes en el poder pero parece haber terminado la luna de miel con la población. Los chilenos están exigente y quieren respuestas ante demandas que hace décadas están insatisfechas y Boric tiene voluntad pero no el poder para llevarlas a cabo. 

Unas de las bases de sustento del nuevo gobierno para encarar las reformas estructurales es la nueva Constitución que se encuentra en proceso de redacción y cuya Convención acumula críticas de sectores de la población que votó por el "SI" en el referéndum de 2020. 

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La última encuesta de Cadem encendió alarmas en La Moneda.  El 46% de los consultados expresaron una opinión negativa sobre la nueva Carta Magna. En otra muestra, realizada por Pulso Ciudadano, la opción rechazo se acercó al 36% de los encuestados. Este declive, de cara al plebiscito de salida del 4 de septiembre torna el escenario más apretado de lo que se pensaba. 

La preocupación divide al gobierno. Boric quiere una alianza transversal que incluya en los dos tercios a sectores de derecha a favor del cambio pero es resistido por el Partido Comunista y otros sectores que viene planteando una mirada radicalizada en el debate constitucional. 

Hasta el momento, hay 155 artículos y 259 incisos aprobados con un promedio del 79 % de los constituyentes. Los votos negativos en este porcentaje son los de los representantes de la derecha y los conservadores.

El relevamiento también muestra que el 18 de marzo el índice de desaprobación a la gestión llegaba a un 20% pero en 7 de abril alcanzó un 41%,  lo que significa un aumento de 21 puntos en menos de 25 días de instalada la nueva administración.  

El 18 de marzo el índice de desaprobación del gobierno de Boric llegaba a un 20% pero en 7 de abril alcanzó un 41%, lo que significa un aumento de 21 puntos en menos de 25 días de instalada la nueva administración. Este declive, de cara al plebiscito de salida del 4 de septiembre torna el escenario más apretado de lo que se pensaba.

El politólogo de la Universidad de Chile, Robert Funk, dijo a LPO respecto del primer mes de Boric que "siempre iba a haber una curva de aprendizaje. Todos los gobiernos los tienen. Y en este caso, estamos hablando de una coalición sin mucha experiencia en gobierno (pero sí experiencia política). Y es un período especialmente complejo, con pandemia, inflación, crisis en varias áreas, más tensión internacional. No iba a ser fácil para cualquiera que fuera presidente".  

En ese marco, el académico chileno sostiene que "el programa de transformaciones enfrenta por lo menos tres desafíos. Primero, la convención constitucional. Hay que esperar qué sale de ahí - si es que logran ponerse de acuerdo, y si es que se aprueba esa propuesta. Si no se aprueba, ahí el gobierno tendrá otro problema, tal vez incluso más complejo. Segundo, la economía. Lo que propone Boric cuesta dinero, y él ha sido muy consistente en enfatizar la responsabilidad fiscal". "El éxito de la agenda transformadora va de la mano con la capacidad de recuperar el crecimiento, el empleo, y la recaudación. El tercer punto, el Congreso, el gobierno va a tener que negociar con un Congreso dividido, en que no tienen mayoría en el Senado", agregó. 

María Elisa Quinteros, presidenta de la Convención Constituyente de Chile. 

Sobre el crecimiento del rechazo a la nueva Constitución, Funk plantea que "hay que tomar esos datos con un grano de escepticismo, ya que en algún momento durante la campaña del último plebiscito, las encuestas apuntaban a un rechazo también, y el triunfo fue abrumador. En algún momento de la campaña presidencial, Daniel Jadue (candidato comunista) era el que iba primero. No digo que las encuestas se hayan equivocado - al final le acertaron - sino que falta mucho, cinco meses. Falta producir un documento final. Cuando el documento prometa lo que la gente realmente espera - salud, educación, vivienda - puede que cambie la opinión. Hasta el momento en énfasis ha estado en temas más simbólicos e identitarios. La gente siempre quiso una nueva constitución para mejor sus vidas en lo concreto, en política social". 

Sería terrible que se aprobara una mala Constitución, pero tal vez más terrible rechazarla. Para Boric sería un tremendo dolor de cabeza, porque la ley actual dice que si se rechaza la propuesta sigue rigiendo la constitución actual, que está deslegitimada en la opinión pública.

 Lo cierto es que Boric necesita de la nueva Carta Magna para avanzar en el cumplimiento de sus promesas de campaña. Para Funk "sería terrible que se aprobara una mala Constitución, pero tal vez más terrible rechazarla. Para Boric sería un tremendo dolor de cabeza, porque la ley actual dice que si se rechaza la propuesta sigue rigiendo la constitución actual, que está deslegitimada en la opinión pública. Es necesario pensar en qué ocurre el día siguiente, en un Plan B, pero si el gobierno empieza a pensar o hablar de eso, se tomaría como si le estuvieron quitando el piso al proceso actual".

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"Es esencial que el país esté preparado para todos los escenarios, y no se puede descartar un rechazo. La convención debe comprender que las críticas y las encuestas no reflejan necesariamente un apoyo al rechazo, sino una preocupación, precisamente porque todos entienden que un cambio es necesario. No reflejan un deseo de volver hacia atrás, sino de construir algo mejor", asegura.

El equilibrio del presidente chileno es muy fino. Si los grandes temas que pretenden ser parte de fundacional de su mandato no están contemplados en la Carta Magna, prácticamente no hay chances de impulsar cambios pero al mismo tiempo las decisiones de la Constituyente no debe erosionar el sistema de relaciones que le permite tener mayoría parlamentaria. Un ejemplo de esto fue el desaire del Partido Socialista frente la ley para liberar a los presos del estallido social de octubre de 2019 como represalia de la intención de eliminar (se votó el miércoles) el Senado y reemplazarlo por un Consejo Territorial, impulsado por el Partido Comunista. Ese es uno de los artículos en debate que generan ruido, otros son la creación de la figura del Primer Ministro, la creación de Asamblea Legislativas Regionales, la nacionalización de los recursos naturales y medios de producción, la libertad de los presos políticos y el cambio en el sistema de pensiones y jubilaciones.