El Congreso peruano exige la renuncia Castillo y escala la crisis
La crisis en Perú no se detiene. La marcha atrás del presidente, Pedro Castillo, en la aplicación el toque de queda, lejos de calmar los ánimos, multiplicó la cantidad de gente que se movilizó contra el Gobierno en Lima y otras ciudades que dejaron como saldo 6 muertos por el accionar policial.
En el medio, un paro de la Unión de Transportistas que sigue bloqueando la ruta y un alza de precios de los combustibles en lo que Castillo tiene poco para hacer ante un volátil contexto internacional.
Ese clima fue aprovechado por el Congreso, principal adversario del Presidente, que decidió votar con 61 positivos, 43 en contra y 1 abstención, un documento en el que se pide explícitamente la renuncia del jefe de estado.
Castillo enfrenta una huelga de camioneros y aseguran que "su gobierno está terminado"
En el texto se señala que "resulta muy preocupante" que el mandatario haya declarado públicamente su "falta de capacidad para gobernar". Además, califica de "muy grave" que Castillo muestre "falta de capacidad para diferenciar el bien con el mal" al designar a ministros y funcionarios "afines al terrorismo".
Al mismo tiempo, cuestiona que el jefe de Estado haya expresado su conformidad con abrir las fronteras, "cuando la principal acusación contra dirigentes del partido de gobierno Perú Libre (aliados de Castillo), están siendo investigados por Apología al Terrorismo, Organización Criminal y Lavado de Activos por su conexión con el narcoterrorismo y el militarizado Partido Comunista del Perú que dirigen los Quispe Palomino desde la clandestinidad".
En la moción aprobada se hace referencia a los hechos ocurridos durante las marchas por el paro de camioneros y señala que pone en riesgo "la economía nacional, el empleo y la unidad nacional".
"El Señor José Pedro Castillo Terrones, como Presidente Constitucional de la República, en lugar de convocar a las fuerzas políticas, gremiales, sindicales y a personas que conozcan los sectores a fin de construir consensos por los sucesos ocurridos en la ciudad de Huancayo el 3 de abril, Lima el 4 de abril y en diversos lugares del interior del país; se enfrascó en sus cuatro paredes sin dar cuenta al país de las 6 muertes de personas inocentes, por su desgobierno total, ineptitud en la administración de la cosa pública e improvisaciones, demostrando un desprecio por los Derechos Humanos", añade.
Entre las críticas expresadas también aparece lo que los bloques opositores consideran como "gravísimo para la soberanía nacional" que Pedro Castillo haya señalado estar de acuerdo con realizar un referéndum para otorgar una salida al mar a Bolivia.
Los argumentos vertidos son similares a los que se utilizan para destituir al Presidente en dos oportunidades. Castillo pudo superar esa ofensiva pero el agravamiento de la situación y las masivas protestas en las calles pone en duda la continuidad en el cargo y refuerzan la idea de un gobierno terminado, tal como adelantó LPO.
Castillo superó otro intento destitución pero quedó involucrado en un hecho de corrupción
En ese escenario, aparece la figura de Dina Boularte, vicepresidenta de Castillo y ministra de de Desarrollo Social e Inclusión, que se sumó a las críticas por el decreto del toque de queda e instó al gobierno a "escuchar las demandas expresadas" y hoy se mantiene en un llamativo silencio abonando a la hipótesis de salida del gobierno. Boularte fue designada como vice por el partido Perú Libre pero fue expulsada por "quebrantar la unidad del partido e ir en contra del estatuto, ideario, y programa; el mismo que será considerado como falta grave" en una entrevista donde expuso diferencias y criticó a Vladimir Cerrón, líder del partido.
Fuentes consultadas confirman: "El escenario, si sigue escalando, puede tener como consecuencia la salida de Castillo. Boularte puede encarar una transición al estilo Sagasti (presidente de transición luego de la destitución de Martín Vizcarra) pero sí o sí van a tener que llamar a elecciones si eso ocurre". "La popularidad de Castillo está en picada pero también del Congreso y el resto de los partidos. Es difícil predecir que puede pasar si hay un nuevo proceso electoral".
Por lo pronto, Pedro Castillo se limitó a distribuir cargos entre los bloques que rechazaron la destitución pero, de todas formas, comenzaron a realizar críticas "por izquierda", especialmente Perú Libre de Vladimir Cerrón que pidió "ir a fondo con una Convención Constituyente para cambiar de raíz el país y pacificarlo democráticamente".