Senado

El kirchnerismo hará cambios que piden los albertistas a las leyes de blanqueo

Podría limitarse a pagarle al FMI o usarlo para otras deudas. Y delimitar la figura del colaborador. Cruces de Parrilli y Lousteau en el primer debate.

Las leyes para recaudar dólares con un aporte de los bienes no declarados en el exterior y pagarle al FMI empezaron a debatirse este miércoles en el Senado y se dictaminarán en dos semanas, con modificaciones sugeridas por los senadores cercanos a Alberto Fernández. 

El plenario de las comisiones de Legislación General y Presupuesto tuvo repetidos cruces entre Oscar Parrilli y el radical Martín Lousteau. Pero Silvia Giacoppo, cercana al presidente de la UCR Gerardo Morales, se mostró dispuesta a colaborar. "Debemos hacer un 'Nunca más' en estos temas. La jornada de hoy nos da una mirada de responsabilidad a que podamos mejorar y aportar, pero no obturar", señaló. 

El primer paso del oficialismo es cerrar su propia interna. Como adelantó LPO, el grupo de senadores albertistas lo lidera el entrerriano Edgardo Kueider, quien no firmó los proyectos y propuso cambios que, según confirmaron fuentes de la bancada conducida por José Mayans, serán tenidos en cuenta. 

El principal es el destino de la recaudación final por la multa del 20% sobre los bienes no declarados fuera del país, que llegaría al 35% si aparecen después de los 6 meses de la promulgación de la ley. 

El proyecto restringe el uso a pagar los 44 mil millones de dólares que se le debe al FMI. Como el estimado a recaudar excede esa cifra, Kueider propone habilitar el excedente para otras deudas (como la del club del París). Le acercó la propuesta por escrito a Parrilli, mano derecha de Cristina y uno de los autores de la ley, que evalúa una salida Intermedia: cortar la recaudación si se cancelara la deuda con el FMI y de esa manera poner un plazo. No quiere darle más dólares al Gobierno.

El albertismo cuestiona el blanqueo de Cristina y pide que haya un plazo

El neuquino también contempla precisar la tarea del colaborador que la ley crea para hallar los bienes no declarados en el exterior. Estudian aclarar que sólo serán penalizados si aportan información falsa "deliberada".

El otro aspecto a retocar tiene que ver con la figura que se le asigna al dinero recaudado. Para los albertistas es un impuesto y un blanqueo, pero Parrilli no coincide. "No es un blanqueo porque no es voluntario. Es persecutorio. Es intimidatorio, si se quiere", dijo en la reunión matutina con los gremios.

En el oficialismo aseguran que lo más importante de las leyes es levantar el secreto bancario porque se podría hallar las transferencias de los fondos no declarados en el exterior. El albertismo quiere que la recaudación se compute como multa e intervenga la AFIP. 

Para la Rosada sí lo es y el aporte del 25% es un impuesto nuevo, a no ser que figure como multa a pagar en dólares, previo a aplicar la ley penal tributaria. Esa es la otra negociación en el Frente de Todos y una propuesta es crear una dirección específica en la AFIP.

De todos modos, fuentes del oficialismo explicaron a LPO que la variante que hace de estas leyes una novedad es el levantamiento del secreto bancario, que le permitirá a la AFIP, el Gobierno y el Congreso detectar el destino de los 417 mil millones de dólares de argentinos en el exterior, de los cuales solo 69 mil estarían declarados, según un cruce de datos con la AFIP.

Las cifras surgen de reportes de organismos internacionales, mientras que la información de las transferencias, creen en el oficialismo, estaría en los Bancos y la aportarían si se levanta el secreto.

Hasta hay quienes confían que puede haber una base de datos más que interesante en el Banco Central, con el registro de las transferencias financieras durante los años de la presidencia de Mauricio Macri. Si las puede dar a conocer, los nombres de los infractores llegarían a todos los poderes del Estado. Esa sería la idea.

Martín Lousteau. 

Los senadores de Juntos por el Cambio se molestaron porque solamente fueron citados al primer debate referentes del kirchnerismo, como los directores del Banco Nación Guillermo Wierzba y Julia Strada. El salteño Juan Carlos Romero reclamó la presencia del ministro de Hacienda Martín Guzmán y de la directora de la AFIP Mercedes Marcó Del Pont. Las voces de la oposición citadas serán la ex funcionaria del organismo recaudador Juliana De la Torre y el constitucionalista Daniel Sabsay.

Lousteau fue el más molesto con las exposiciones. No soportó que Wierzba restringiera su concepto de fuga de capitales al gobierno de Macri, lo cruzó y Parrilli intervino para un mano a mano que se repitió varias veces.

"Es un proyecto que busca los bienes no registrados en el exterior. Y les cobran menos. ¿Resuelve el tema de la fuga o busca quienes tienen plata no declarada en el exterior?", chicaneó e insistió para que Wierzba dijera que "técnicamente" pasar pesos a dólares es fugar. 

Luego recordó que durante el gobierno de Cristina Kirchner hubo 85 mil millones de dólares en formación de activos externos.

"Fuga hubo siempre, pero no la fomentábamos. Otro problema es la economía bimonetaria. Este proyecto no soluciona la fuga. Queremos crear un fondo para cancelar la deuda que contrajeron ustedes", respondió el Parrilli.

Lousteau tampoco toleró que Horacio Rovelli, economista del Flacso invitado, cuestionara a empresas energéticas por girar dólares al exterior. "¡Pero eso no es parte del proyecto! ¡Son operaciones del mercado único de cambios!", se indignó Lousteau. "¿Y cómo se cree usted que se fugaron los dólares? ¡Por los Bancos!", respondió Parrilli. 

Strada volvió a encender al economista, por acusar a Macri de tomar deuda y dejarla ir del país. Aportó cifras:  "200 mil millones de dólares son las emisiones brutas del Gobierno de Macri. Cristina dejó (y no ella, porque es deuda arrastrada de la dictadura) 52 mil millones de dólares de vencimientos. Explica el 26% del endeudamiento del gobierno anterior, que a su vez generó 64 mil millones de pago de deuda en su Gobierno". 

"Lo que resta, 86 mil millones de dólares, se fugó. Sino, no se entendería cómo hacían para pagar la deuda. Esto es lo que explica que la deuda del gobierno anterior fue para financiar la fuga. El superávit comercial de los cuatro años fue de 6 mil millones de dólares. ¡No cierran los números! La deuda se financió con fuga. No con comercio externo como en otros períodos".

Lousteau la consultó sobre las herramientas que ya tiene la AFIP para captar evasores y Strada volvió sobre las bondades de tener los datos a mano. "La posibilidad más importante de este proyecto es levantar el secreto fiscal y bancario. Descubrir el entramado. Eso es lo que tenemos que averiguar. Porque en Argentina, atesorar es un negocio". 

La otra expositora fue la economista Noemi Brenta, quien celebró ambos proyectos. "Es imprescindible para un país libre de los condicionamientos del Fondo Monetario y con una base contributiva".