Con economistas K y respaldo sindical, se debate el blanqueo para pagarle al FMI
Las leyes de los senadores peronistas que promueven un blanqueo a bienes en el exterior no declarados para pagarle al FMI comenzarán a tratarse este miércoles con exposiciones de economistas cercanos al kirchnerismo y una marcha de apoyo de sindicatos, con figuras como Pablo Moyano y los diputados José Palazzo y Hugo Yasky.
La hoja de ruta es iniciar el debate y continuarlo la semana próxima, por ahora sin una fecha para dictaminar y enviarlo al recinto, aun cuando el Frente de Todos podría reunir la mayoría con sus aliados habituales.
Juntos por el Cambio anunció que se opone, porque considera que podrían blanquearse fondos de orígenes ilícito y entienden que la AFIP tiene herramientas para buscar evasores sin esta ley. La idea del oficialismo es que el debate dure unos días. El tratamiento empieza el miércoles a las 15 ante el plenario de las comisiones de Presupuesto y Legislación General, presididas por Ricardo Guerra y el pampeano Pablo Bensusán.
Los primeros invitados serán los directores del Banco Nación Guillermo Wierzba y Julia Strada. También fueron citados los economistas Horacio Rovelli, Ricardo Aronskind y Noemí Brenta, todos identificados con el kirchnerismo. En la oposición aún no pidieron invitados, pero el oficialismo escuchará propuestas.
A las 10, cinco horas antes del debate, se concentrarán frente al Senado los sindicatos que suscribieron la semana pasada el documento "Paz, Pan y Trabajo, que la deuda no la paguen los de abajo", un grupo identificado con la vicepresidenta y Máximo Kirchner que puja con los gremios que manejan la CGT.
Lo integran Pablo Moyano (Camioneros), Hugo Yasky (CTA), Sergio Palazo (Bancarios-CFT), Ricardo Peidró (CTA-A), Héctor Amichetti (Gráficos-CFT), Edgardo Llano (APA), Omar Plaini (Canillitas), Hugo Godoy (ATE), Walter Correa (Curtidores-CFT), Agustina Panizza (ATE Capital) Francisco Manrique (SMATA), Carlos Minucci (APSEE-CFT), Yamile Socolovsky (CONADU) y Vanesa Siley (SITRAJU-CFT), entre otros.
Mantendrían una reunión con los senadores del Frente de Todos y le garantizar el respaldo a las leyes. "Que paguen los cien agentes que sabemos que fugaron 24.679 millones de dólares. Que los organismos de control fijen la mirada e investiguen a quienes tienen activos no declarados en el exterior y que paguen los que tienen que pagar", señalaron en un comunicado.
Pablo Bensusán, presidente de la Comisión de Legislación General del Senado.
Los proyectos fueron presentados la semana pasada por cinco senadores del Frente de Todos (el jefe de bloque José Mayans, Oscar Parrilli, Anabel Fernández Sagasti, Juliana Di Tullio y Martín Doñate), elaborados en base a información de organismos internacionales hasta de un ex director del FMI.
Las iniciativas apuntan a abrir un blanqueo sobre los 417.506 millones de dólares de argentinos en el exterior, de los que sólo hay declarados 69 mil ante la AFIP.
El resto podrá ingresarlo al sistema pagando una multa del 20% o 35% si pasan seis meses de la sanción de la ley. Se crea una figura de colaborador, para que haya delatores que ayuden a encontrar infractores y reciban un premio.
Se pagará en dólares y lo recaudado se usaría para pagar los 44 mil millones de dólares que se le debe al FMI. Fernández Sagasti destacó que, una vez registrados, esos bienes pagarán impuestos que serán coparticipados.
Los proyectos fueron firmados por la mayoría de la bancada oficialista, pero no por los más cercanos a Alberto Fernández como Edgardo Kueider, quienes pedirían algunas modificaciones, como que el blanqueo tenga un plazo de duración y los dólares puedan tener otro uso que pagarle al FMI.
Además, una de las leyes levantan el secreto bancario para el Banco Central, jueces, la AFIP, el jefe de Gabinete y el Congreso, quienes así podrían detectar los titulares de las cuentas no declaradas y presionarlos.
En el parlamento sería la misión de la bicameral de control y seguimiento de la deuda externa, que volverá a presidir Mayans, y uno de los proyectos le suma poder de contralor en una futura renegociación con el FMI. Que podría seguir pronto.