Chaves, el Trump de Costa Rica que ganó las elecciones y acentuará la relación con China
El candidato presidencial del Partido Progreso Social Democrático, Rodrigo Chaves, ganó el balotaje en Costa Rica con el 52% de los votos, contra un 47% del ex mandatario de centroizquierda José María Figueres.
De acuerdo a los datos del Tribunal Electoral, la abstención se ubicó en el 42,85%, superior incluso a la de la primera vuelta, que ya había sido entonces un récord. Chaves dijo que la tomará como una "advertencia" que lo impulsará a trabajar por "nuevos consensos" para "devolverles la confianza".
De acuerdo con una encuesta de la Universidad de Costa Rica, el desempleo y la economía eran las mayores preocupaciones de los costarricenses (29,1% y 17,8%), muy por encima de la corrupción (10,6%), que salpicó a Carlos Alvarado, el presidente que sale del poder, y que redujo a mínimos su popularidad.
Estados Unidos está perdiendo Centroamérica a manos de China
Chaves dirigió y participó en equipos del BM en más de 45 países, la mayoría asiáticos, y del Fondo Monetario Internacional (FMI) para evaluar mercados financieros de países emergentes y apoyarlos en sus respuestas a crisis financieras y macrofiscales.
La socióloga de la Universidad de Costa Rica, Montserrat Sagot, explicó que a LPO que "Rodrigo Chaves es un populista de derecha, autoritario y confrontativo, con una historia de acusaciones e incluso sanciones por hostigamiento sexual mientras que fue funcionario del Banco Mundial. Pasó más de 30 años fuera de Costa Rica y regresó para ser Ministro de Haciendo del actual gobierno, pero no duró ni 6 meses en su puesto".
"Se presentó a elecciones con un partido "prestado" que se fundó hace menos de tres años. Digo "prestado" porque él no lo fundó ni estuvo en su creación, sino que lo usó para llevar adelante sus aspiraciones políticas, pero no tiene verdaderos lazos con ese partido. Sin ni siquiera haber llegado a la presidencia, ya tiene acusaciones por corrupción con el manejo de la campaña política y por haber creado estructuras paralelas e ilegales de financiamiento fuera del escrutinio del Tribunal Supremo de Elecciones", agregó.
Sagot planteó que "el gobierno saliente de Alvarado fue progresista en el discurso, pero no realmente en la práctica. Si bien promovió un par de acciones para el avance de los Derechos Humanos de las Mujeres y las poblaciones LGBTIQ, lo hizo obligado por sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En lo económico, más bien promovió un plan fiscal que le quitó recursos a las instituciones públicas, a las universidades e incluso a los programas sociales de atención a la pobreza y a las poblaciones más vulnerables. También impulsó una ley de empleo público que va a golpear los salarios de las personas trabajadoras del estado".
Sobre el alineamiento internacional, la especialista sostuvo que "se podría esperar que continúe con la relación con China e incluso otros países asiáticos ya que su experiencia en el Banco Mundial fue principalmente en Asia. Ahora, Costa Rica de tomas formas está muy atado a los EEUU desde que se firmó en Tratado de Libre Comercio con ese país hace más de 10 años".
"No hay prácticamente ninguna referencia al resto de los países centroamericanos. No hay nada en su plan de gobierno, ni en su discurso público sobre este tema. Es difícil predecir. A lo mejor se podría esperar un acercamiento con el gobierno de El Salvador, ya que le unen muchas cosas con Bukele y que continúe el distanciamiento político con el gobierno de Nicaragua", culminó.
Costa Rica ha sido uno de los países centroamericanos en reconocer a China en medio de las tensiones con Estados Unidos, algo que refleja la creciente presencia del gigante asiática en la histórica zona de influencia norteamericana.