Hungría

Orbán enfrenta a una alianza opositora que lucha por sacarlo del poder tras 12 años

El primer ministro de Hungría se juega su futuro en las primeras elecciones en las que la oposición va unidad. La postura húngara respecto a Ucrania lo alejó de sus aliados de Visegrado.

 Viktor Orbán se enfrena a las elecciones más inciertas de toda su carrera política. El primer ministro de Hungría lleva 12 años invicto en el poder y ahora una alianza opositora podría arrebatarle el gobierno o, al menos, reducir considerablemente el peso del oficialismo en el Parlamento. Este domingo se sabrá si accede a un cuarto mandato consecutivo o si el proyecto de "democracia iliberal" encuentra su fin.

Por primera vez desde 2010, cuando Orbán arrasó en los comicios que sacaron a los socialistas del Ejecutivo, la oposición se ha reunido en la coalición Unidos por Hungría, que presenta como candidato al economista Péter Márki-Zay, que busca ganar parte de la base conservadora y nacionalista de Fidesz, el partido del jefe de Gobierno. Márki-Zay, de 49 años, ofrece a los húngaros pasar de página.

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El candidato opositor prometió recomponer los lazos con Bruselas y asistir a Ucrania, a diferencia de Orbán, que sigue desafiando a la UE y negándose a respaldar las sanciones contra Rusia. Días atrás, Márki-Zay, mostró su sintonía con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski y cargó contra el primer ministro por inclinarse hacia figuras como la de Vladimir Putin, el mandatario turco Recep Tayyip Erdogan y el líder chino Xi Jinping.

Las últimas encuestas ubican a Fidesz cerca del 50% de los votos, mientras que Unidos por Hungría estaría en torno al 45%. Fuentes consultadas por LPO indican que la diferencia podría ser incluso menor, y hasta hablan de un empate técnico, ya que las mediciones presentan el mismo sesgo que la mayoría de los medios de comunicación, en manos del aparato gubernamental dirigido por Orbán. 

Márki-Zay mostró su sintonía con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski y cargó contra el primer ministro por inclinarse hacia figuras como la de Vladimir Putin

Orbán se despega de Bruselas: no dejará pasar por Hungría armas para Ucrania

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) desplegó una inédita misión de más de 200 observadores luego de reconocer que las elecciones de 2018 no fueron "justas". La oposición también ha reclutado fiscales en todos los distritos para evitar un posible fraude. Entienden que esta vez Orbán arriesga todo su proyecto político.

El candidato opositor Péter Márki-Zay. 

Si el primer ministro no repite los resultados de las últimas tres elecciones, el modelo que ha construido a lo largo de esta década se vería en riesgo. Gracias a las supermayorías parlamentarias es que Orbán pudo rediseñar los distritos electorales a su favor, modificar el sistema judicial, acaparar los medios y perseguir a los independientes y reformar la Constitución, hasta transformarla en una declaración de principios de la "revolución conservadora" que dice representar.

Orbán es uno de los motores de la extrema derecha europea. En enero fue el invitado de honor de una cumbre de ultras organizada por Vox en Madrid. Recientemente ha garantizado que un banquero amigo le concediera un préstamo a Marine Le Pen para costear su campaña presidencial en Francia. Sin embargo, la posición pretendidamente neutral respecto a Ucrania le está haciendo perder aliados.

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Es el caso de Polonia y el Grupo de Visegrado, que a partir de la invasión rusa a Ucrania ha cerrado filas con Bruselas, incluyendo el envío de armamento y el apoyo a las sanciones contra el Kremlin. Orbán ha hecho lo contrario, alegando que su país está primero y debe velar por las necesidades energéticas de su población. Este apoyo externo es crucial.

Obrán con los primeros ministros de Polonia, Mateusz Morawiecki; Eslovaquia, Peter Pellegrini; y República Checa, Andrej Babis.  

El directivo de una organización que sigue la política húngara y la campaña de Orbán y la oposición asegura a este medio que la relación con Rusia "no se trata tanto de una presión directa, sino de una cooperación acordada por ambas partes por varias razones". Con todo, esta alianza con el Kremlin incomoda a sus aliados mientras las tropas rusas continúan en Ucrania.

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Varsovia siempre salió al rescate de Budapest cada vez que Bruselas cuestionaba la legislación húngara que perseguía a la justicia, la prensa y las personas LGBTIQ. Orbán incrementó su retórica anti UE luego de negarse a aceptar la cuota comunitaria de refugiados que huían de la guerra en Siria e Irak. Su visión ultranacionalista y xenófoba tenía vía libre gracias al veto propio y de sus aliados. Junto al gobierno polaco demoró la aprobación del paquete de rescate en plena pandemia porque la asignación de fondos estaba vinculada al respeto al Estado de Derecho. 

Junto al gobierno polaco, Orbán demoró la aprobación del paquete de rescate en plena pandemia porque la asignación de fondos estaba vinculada al respeto al Estado de Derecho

Orbán es el líder de la UE que más tiempo lleva en el poder. En 1990 llegó al Parlamento húngaro con Fidesz, cuando el partido defendía una posición liberal y pro europea y fustigaba la presencia soviética en el país. Su posterior reconversión en un dirigente euroescéptico le sirvió para consolidar su proyecto "iliberal". Todavía conserva popularidad, pero un resultado adverso, aun si retiene la jefatura de Gobierno, podría forzarlo a un giro menos confrontativo con Bruselas.