Energía

Fracasa la gestión de Blinken en Argelia para reabrir el gasoducto que llega a Europa por Marruecos

El secretario de Estado de Estados Unidos llegó a Argelia con la crisis energética en mente y para sustituir la provisión de gas ruso, pero la cuestión del Sáhara Occidental es un punto de fricción entre Estados Unidos y el país magrebí.

 Antony Blinken culminó su gira por el norte de África sin lograr un compromiso por parte de Argelia para reabrir el gasoducto Magreb-Europa en plena crisis energética. El gobierno argelino se resiste a habilitar el gasoducto no solo por el enfrentamiento con Marruecos, sino por la alianza histórica que mantiene con Rusia. El país estaría dispuesto a abastecer el mercado europeo de energía, pero se muestra reacio reorientar el vínculo con Rabat.

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El secretario de Estado norteamericano fue enormemente cuidadoso a la hora de abordar la cuestión del Sáhara Occidental. En Marruecos apoyó el plan de autonomía para la región saharaui en los mismos términos que España, Francia, Alemania y la Comisión Europea. "Serio, creíble y realista", lo definió Blinken, al igual que lo hiciera Sánchez a mediados de este mes. Sin embargo, la estrategia en Argelia fue diferente.

Ante el presidente Abdelmadjid Tebboune y el canciller Ramtane Lamamra se mostró optimistas con los esfuerzos del enviado especial de la ONU para el conflicto, Staffan de Mistura, pese a que Naciones Unidas promueve un referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui. Es la postura más cercana a Argel, el mayor aliado del Frente Polisario en la región. El jefe de la diplomacia estadounidense viajó a Argelia decidido a que la cuestión del Sáhara no desviara la atención sobre el gas. 

El jefe de la diplomacia estadounidense viajó a Argelia decidido a que la cuestión del Sáhara no desviara la atención sobre el gas, pero en el gobierno argelino advirtieron esta maniobra

En el gobierno argelino advirtieron esta maniobra, por lo cual la reciente visita al país de la número dos del Departamento de Estado, Wendy Sherman, apenas sirvió para insistir en la necesidad de incrementar las exportaciones de gas. Argelia ha roto relaciones diplomáticas con Marruecos en agosto de 2021, con el cierre inmediato del gasoducto que transportaba el gas a España pasando por territorio marroquí. El país es ahora una alternativa energética a Rusia, aunque apenas puede especular con esta ventaja: la economía argelina depende en gran medida de sus hidrocarburos. 

A diferencia de Marruecos, Argelia es visto por la Casa Blanca como un estabilizador en el Magreb y una barrera de contención a los migrantes que buscan llegar a Europa. Blinken no dudó en afirmar que la relación bilateral mejora y prometió inversiones en Argelia para convencer al presidente de involucrarse de lleno en la provisión de gas a Europa. Blinken fue directo al afirmar que la prioridad del viaje consiste en la "profundización de las relaciones económicas y la promoción del comercio y la inversión entre los dos países".

El alineamiento de Sánchez con Marruecos pone en jaque la provisión de gas de Argelia

Argelia desconfía del respaldo occidental al plan marroquí del Sáhara, así como del acercamiento entre Marruecos e Israel por los Acuerdos de Abraham, que dejan de lado la cuestión palestina, otras de las causas que apoya el gobierno argelino. Tebboune deberá analizar si revé su decisión respecto al gas. La disyuntiva pasa por obtener mayores ganancias en medio del conflicto en Ucrania o bien mantener su alianza con Rusia. Después de China e India, Argelia es el comprador de armas rusas más importante.