El nuevo PP

Feijóo cierra su primera gira como virtual presidente del PP sin mano tendida a Sánchez

En solo 20 días, el nuevo líder de los populares ha pasado de ofrecer "pactos de Estado" al Psoe a llamar "déspota" al presidente Pedro Sánchez. Los barones socialistas desconfían del Feijóo "conciliador y mesurado".

La metamorfosis de Gregorio Samsa, el personaje de la célebre novela de Franz Kafka, fue cuestión de una noche. Se transformó en un insecto al despertarse de un sueño. La metamorfosis de Alberto Núñez Feijóo, el nuevo presidente del Partido Popular, fue algo más larga. Ocurrió en 20 días. Empezó su gira inaugural de virtual mandatario de los populares como un opositor conciliador, mesurado y con la mano tendida, y la terminó como un acérrimo opositor: crispado, con el dedo acusador y hasta más beligerante que Pablo Casado, su antecesor.

"No vengo aquí a insultar a Pedro Sánchez, vengo a ganar a Pedro Sánchez", dijo el dirigente gallego el 3 de marzo cuando oficializó su candidatura. Su primera gran novedad como líder de Génova fue la de llegar a "pactos de Estado" con el Psoe. Explicó que iba a llevar a cabo una política "madura, seria y con sentido de Estado".

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"Si Sánchez es capaz de pactar en su Gobierno, el PP estará sentado y será el último en levantarse para intentar pactar", adelantó sobre su rol como máximo jefe de la oposición. "El estado constante de crispación poco ha servido para el PP, hay que conducir con otros tonos", explicaban en off sus asesores.

La traducción: mismo contenido ("El de Sánchez es el peor Gobierno de España de la historia reciente", dijo en aquel discurso inaugural), pero con las formas de un "reformista tranquilo": competir sí; insultar, no.

El Feijóo estadista ubicó al Psoe en la vereda de los partidos "europeístas" e "institucionalistas". No como Vox, fuerza que tildó de populista. "Yo no comparto el discurso de Vox. El PP nunca ha sido un partido populista que cuestiona las instituciones de nuestro país", aclaró en su primer mitin.

Aquella conciliadora retórica la llevó a la práctica a los pocos días en la Conferencia de Presidentes. Ante el inédito e incierto escenario internacional por la guerra, le propuso al Psoe "un pacto de Estado para blindar la seguridad nacional" en plena invasión de Ucrania.

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Pero desde entonces, y tras arrancar su gira por las 17 comunidades autónomas, el todavía presidente de la Junta de Galicia, viró su discurso y su perfil opositor. Primero se puso a la defensiva tras el acuerdo con Vox en Castilla y León: "¿Como puede Sánchez recriminar a los demás en nombre de la ética cuando él hizo un pacto que hizo vicepresidente a Pablo Iglesias, y cuando ha firmado pactos con los independentistas de Bildu-Batasuna", bramó en los primeros días de su gira.

Feijóo en uno de los tantos mítines que realizó durante su gira por todas las comunidades autónomas.

Su tono terminó de elevarse tras los "desaciertos" del Gobierno en sus políticas para contener los efectos sociales y económicos de la guerra. Empezó a disparar munición gruesa en cada viaje y en cada uno de sus mítines.

Las últimas descalificaciones de Feijóo no ha hecho más que confirmar las sospechas que tenían muchos barones socialistas sobre el "nuevo PP"

"El presidente del Gobierno está atado al populismo. Lleva durmiendo con Podemos desde que llegó", lanzó un día. "¿Se imagina este gobierno en la época de la Transición? Todavía estaríamos peleando entre nosotros y no habríamos tenido la España democrática de los últimos 40 años", volvió a la carga al día siguiente.

Después llegó "el Gobierno se está forrando con el incremento de la luz y de la gasolina", y "nunca he visto un Gobierno tan autista". Su última estocada fue la más dura: acusó a Sánchez de "déspota" por el giro en la postura sobre el Sáhara Occidental.

Yo no comparto el discurso de Vox. El PP nunca ha sido un partido populista que cuestiona las instituciones de nuestro país 

Esta descalificación, "imperdonable" para Moncloa, no ha hecho más que confirmar las sospechas que tenían muchos barones socialistas sobre el "nuevo PP de Feijóo". "No nos dejemos engañar con este discurso moderado, este PP va a ser igual que el de Casado", advirtieron muchos dirigentes en el comité federal celebrado el 7 de marzo.

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En Ferraz dan por caído cualquier pacto de Estado en lo que respecta a las medidas que el Gobierno va a anunciar el 29 de marzo para hacer frente a la crisis de la guerra. La "prueba de fuego" para terminar de "conocer al PP de Feijóo" va a ser la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), paralizado por decisión de Casado.

Con estos tres encuentros pondrá broche final a su campaña interna por las 17 comunidades autónomas. Lo hará sin mano tendida a Sánchez y con el traje de acérrimo opositor.