Argelia considera el giro de España con el Sáhara Occidental como la "segunda traición histórica"
La decisión del presidente Pedro Sánchez de apoyar el plan de autonomía de Rabat como solución para el conflicto del Sáhara Occidental ha generado "mucha sorpresa" al gobierno de Argelia, según fuentes diplomáticas citadas por medios de ese país. Ha calificado la medida como "segunda traición histórica" de Madrid al pueblo saharaui "después del funesto acuerdo de 1975".
Tal es el disgusto, que la diplomacia argelina ha convocado "con efecto inmediato" a su embajador en España, Said Moussi, según ha informado el Ministerio de Exteriores argelino.
Por primera vez, el Gobierno apoya el plan de Marruecos para el Sáhara Occidental
La "segunda traición", que citan las fuentes argelinas, hace referencia al acuerdo firmado el 14 de noviembre de 1975 cuando se cedió la antigua colonia del Sáhara Español a Marruecos y Mauritania, sin tener en cuenta la voluntad de la población saharaui.
La reacción de Argelia se produce un día después de que el Palacio Real de Marruecos difundiera la carta donde Sánchez afirma que el proyecto de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental es "la base más seria, realista y creíble para la resolución del contencioso".
El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha sido, hasta el momento, la única voz de peso dentro el Ejecutivo que se ha referido a este giro diplomático de España. Ha asegurado que la postura del Gobierno al apoyar a Marruecos expone que España tendrá una relación "buena y estable" con Rabat, con el compromiso de colaborar contra las mafias de trata de personas y contra la inmigración ilegal. "El mundo necesita cooperación entre países y de trabajar conjuntamente contra problemas que son comunes", ha argumentado.
El Frente Polisario, el movimiento de liberación nacional que lucha por la autodeterminación de su pueblo, también ha criticado este sábado al Palacio de la Moncloa por su decisión.
"La posición expresada por el Gobierno español carece de credibilidad, seriedad, responsabilidad y realismo, porque es una desviación peligrosa, contradice la legitimidad internacional, apoya la ocupación y pretende legitimar la represión y el saqueo de riquezas que Marruecos continúa empleando contra el pueblo saharaui", señalado a través de un comunicado.