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Confirmado: el Gobierno aumenta las retenciones y agrava el conflicto con el campo

Feletti se impuso a Julián Domínguez, que resistía la medida. El aumento va en línea con el programa que Martín Guzmán acordó con el FMI.

El secretario de Comercio Interior le ganó la pulseada el ministro de Agroindustria. Este domingo, el subsecretario de Mercados Agropecuarios, Javier Preciado Patiño, comunicó oficialmente el cierre del registro de exportaciones de cuatro posiciones arancelarias que incluyen el aceite de soja y sus derivados y la harina de soja, los pellets y otros residuos secos de la oleaginosa.

Cerrar las exportaciones es el paso previo al aumento de las alícuotas para que los exportadores no puedan adelantar la liquidación con los porcentajes hasta ahora vigentes que, según estiman en el sector, serían al menos dos puntos porcentuales más bajos que los que esta semana se anunciarán en el Boletín Oficial. Así las alícuotas pasarían del 31% actual al 33%.

El borrador para duplicar las retenciones agravó la durísima interna entre Domínguez y Feletti

De ser así, se perdería la brecha entre las alícuotas sobre el poroto de soja y sus derivados industrializados, lo que es interpretado como un triunfo del cortoplacismo fiscalista para satisfacer los compromisos con el Fondo Monetario Internacional, sobre la política de industrialización de las materias primas con alícuotas decrecientes para los bienes con mayor grado de industrialización.

Esta es la misma crítica que se le hacía en 2018 a Nicolás Dujovne y Miguel Etchevehere al fomentar la primarización con alícuotas uniformes para priorizar la meta fiscal acordada con el FMI de reducción acelerada del déficit primario a cero.

La decisión elimina la brecha entre las alícuotas sobre el poroto de soja y sus derivados industrializados, lo que es interpretado como un triunfo del cortoplacismo fiscalista para satisfacer los compromisos con el FMI que acordó Martín Guzmán.

Dado el bajo peso directo de la soja en el Índice de Precios al Consumidor, la primera lectura es que el Gobierno apunta principalmente a incrementar la recaudación por un lado, pero no se descartan anuncios similares sobre otros granos con el objetivo de desacoplar la evolución de los precios internacionales -en especial del trigo y el maíz- de la de los precios domésticos.

La Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) le apuntó al ministro Guzmán por la decisión que golpea al principal complejo exportador argentino, desde el poroto hasta sus derivados agroindustriales. No en vano, en 2021 todo el complejo sojero tributó unos 9.000 millones de dólares en concepto de derechos de exportación y aportó casi el 30% del total de las exportaciones nacionales.  

En tanto, la Mesa de Enlace prepara una reunión para este mismo lunes para coordinar la respuesta del campo al aumento de la carga tributaria que ya venía alerta luego de que Roberto Feletti anunciara la implementación del Fideicomiso del Trigo, una herramienta financiera que cobra un impuesto adicional a las exportaciones para subsidiar directamente a los productores locales que requieren del trigo como insumo básico.

De hecho, los productores ya advierten que con esta medida se cae el Fideicomiso del Trigo y no descartan ir a la Justicia.

Hasta ahora, el ministro Domínguez venía oponiéndose prácticamente en soledad a la suba de retenciones impulsada por el Instituto Patria. En cambio, tanto Feletti  la impulsaba como mecanismo transitorio para contener el aumento de los precios de los alimentos derivado de la escalada de los commodities en el mercado internacional, mecanismo que, a su vez, es funcional al aumento en la recaudación necesario para cumplir con el acuerdo del Gobierno con el FMI.