El PP cede presionado por Vox y hay acuerdo de gobierno en Castilla y León
El Partido Popular y Vox formarán un gobierno de coalición en Castilla y León. Los populares mantendrán el poder y su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, seguirá llevando las riendas de esta comunidad autónoma. La ultraderecha, en tanto, formará parte por primera vez de un Ejecutivo desde su irrupción (2014) en la política española.
El anuncio del acuerdo se oficializó poco antes del mediodía, en los pasillos del Paralamento y en la antesala de la votación de la Mesa de las Cortes. El pacto parecía roto. Las dos fuerzas políticas habían comunicado diferencias durante la noche del miércoles.
Es más, este jueves por la mañana, Santiago Abascal dejó entrever que el acuerdo estaba totalmente caído. "Hemos hecho pública una oferta justa y proporcional. Es el PP quien debe explicar por qué se empeña en negar a Vox el trato que los electores le han dado en las urnas", dijo.
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Sin embargo, Mañueco anunció un acuerdo tras las últimas negociaciones. "Hemos llegado a un acuerdo de legislatura con Vox sobre la base de un programa al servicio de las personas de #CYL y que permita un gobierno estable y sólido con pleno respeto al orden constitucional y al Estatuto de Autonomía de Castilla y León", escribió en su cuenta de Twitter.
Y agregó: "El acuerdo se extiende a la Mesa de las Cortes y al Gobierno de Castilla y León. Tras la sesión constitutiva de las Cortes informaremos de este acuerdo pensando en los castellanos y leoneses y el futuro de nuestra tierra".
El acuerdo fue refrendado minutos más tarde por Juan García-Gallardo, cara visible de Vox en esta región: "Celebramos hoy un acuerdo sensato, sin ganadores ni perdedores. Hagamos entre todos, con voluntad de diálogo y de acuerdo, una legislatura provechosa para los ciudadanos. Servir a Castilla y León debe ser nuestra forma de servir a España".
Fueron los populares los que cedieron para que la alianza de gobierno saliera adelante. El PP le concede a la extrema derecha la vicepresidencia, tres consejerías y la presidencia de las Cortes. Los detalles del acuerdo se conocerán una vez conformada la Mesa de las Cortes, según el anuncio de Mañueco.
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Como socio de gobierno, Vox pretende reducir "todas las subvenciones públicas a sindicatos, patronales y organizaciones políticas, así como los fondos públicos dedicados a la publicidad institucional", derogar el Decreto 9/2018 de la Memoria Histórica y Democrática de Castilla y León y eliminar "las partidas presupuestarias y normativas que promueven el efecto llamada (inmigración) y favorecen el tráfico de seres humanos" además de colaborar como Gobierno con la Policía "en la identificación de inmigrantes ilegales para que puedan ser expulsados".
El PP rechazó estos puntos durante las negociaciones, por lo que resta saber si también cedió en los principales ítems del futuro programa de gobierno.
Lo que ya es un hecho es que la derecha y la ultraderecha gobernarán Castilla y León durante los próximos cuatro años. Y que este primer acuerdo local puede sentar las bases de un pacto nacional para el 2023.