El acuerdo con el FMI

Heller reconoció que subirán los subsidios a la energía pese al aumento de tarifas

El titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda aseguró que por el aumento de los costos "podrían terminar aumentando los subsidios".

El oficialismo reconoció este miércoles que los aumentos de las tarifas de gas y de la luz que quedaron incluidos en el acuerdo con el staff del FMI no garantizan la reducción de los subsidios energéticos e infirió que efectivamente terminarán subiendo por el aumento de los precios internacionales.

Fue el titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, Carlos Heller, quien le dio la razón a los planteos de la oposición sobre la disonancia entre la exigencia de reducir el déficit fiscal mediante una baja de los subsidios y el esquema de aumentos tarifarios contenida en el memorándum.

Ya el lunes esta diferencia había sido enfatizada primero por Martín Tetaz, quien específicamente preguntó por el "plan B" para cumplir con la meta de baja del déficit y la cuantificación del impacto de la suba del costo internacional de la energía, y luego por otros legisladores que volvieron sobre el mismo punto al cuestionar cómo se alcanzará la baja del déficit primario al 2,5% del PBI con los subsidios económicos creciendo en simultáneo.

Este miércoles, mientras Heller leía al detalle el memorándum de entendimiento sobre cómo sería la implementación del aumento tarifario, abrió un paréntesis y aclaró que: "Aquí no está incluido la variación de costos que puede haber producto de la crisis, como algún diputado preguntó correctamente, podrían terminar aumentando los subsidios".

El Gobierno reconoce que la explosión del precio del gas "vuelve imposible" cumplir con la reducción de subsidios

"Porque lo que se está garantizando es que la tarifa que van a pagar es que la tarifa que van a pagar nunca va a pasar de la recomposición salarial del año anterior. La recomposición salarial del año anterior fue del orden del 50% para decirlo en números redondos, por lo tanto la tarifa social no va tener más que 20% de aumento y el resto no va a tener más que 40% de aumento sean cuales sean la variaciones de precios que tenga la producción por todas las contingencias que se puedan plantear", agregó.

"Es decir, en la medida en la que los costos se puedan contener o disminuir, esto va a permitirá efectivamente disminuir los subsidios. Pero las tarifas van a tener la evolución que determina el Coeficiente de Variación Salarial. Por lo tanto, el 90% de la población de nuestro país va a tener una recomposición que implicará que el impacto de las tarifas de los servicios en relación a su ingreso será menor", dijo. Para el 10% más pudiente de la población sí habrá eliminación total de los subsidios económicos.

Ya con los precios internacionales del año pasado, la suba del dólar del orden del 44% interanual sugerida por el Banco Central en el mes de febrero y, dadas las mayores necesidades de importación de Gas Licuado de Petróleo estimadas por la ex Enarsa, los números marcaban que con el 20% de aumentos en las tarifas a aplicar en marzo, los subsidios iban a terminar subiendo. Si a esto se suma el salto del petróleo arriba de los 100 dólares por barril, los números hablan de un crecimiento mayor y de un costo incremental de las importaciones energéticas de no menos de 4.000 millones de dólares para 2022.

De allí que puertas adentro en el oficialismo se planteen por la conveniencia política de aplicar un "tarifazo" que, encima, no resuelve el problema de los subsidios energéticos ni cumple con la exigencia del FMI de una baja de los subsidios "duradera".

El vocero del FMI confirmó que el acuerdo contempla una baja "duradera" de los subsidios 

Las justificaciones al interior del bloque van desde la estabilización de los subsidios para evitar una disparada que sea imposible de subsanar con recortes en otras partidas a explicaciones monetaristas: el aumento de las tarifas tendría un efecto de segunda ronda antiinflacionario, plantean, con cambios de precios relativos porque quitaría liquidez de los bolsillos de los argentinos y ayudaría a contener la suba de los demás precios de la economía.