Albares dice que la OTAN discutirá una zona de exclusión sobre Ucrania para derribar aviones rusos
Los ministros de Exteriores de la OTAN están reunidos en Bruselas para evaluar una respuesta ante la invasión rusa de Ucrania. Los países que integran la alianza descartan un enfrentamiento directo con las fuerzas rusas, ya que arrastraría a la OTAN a la guerra. Sin embargo, el ministro español de Exteriores, reconoció que durante la reunión se discutirá el establecimiento de una zona de exclusión aérea sobre Ucrania.
"Ayer tuve un contacto con el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, mi colega y amigo Dmitro Kuleba, informándome de madrugada del inquietante asalto a la central nuclear por parte de fuerzas rusas y chechenas", señaló el titular de la diplomacia española. "No podemos permitir esas escenas en Europa. No podemos permitir que nuestros ciudadanos vivan angustiados con posibilidades que habían desaparecido hace ya muchas décadas de la mente de todos los europeos", sostuvo.
En la práctica, una zona de exclusión aérea implicaría derribar aviones rusos que sobrevuelen cielo ucraniano, es decir, una intervención directa sobre el país. "Una vez más, no tenemos que hacer nada para escalar. Esta es la guerra de Putin, es el único que quiere guerra, ni la OTAN, ni los aliados europeos ni los ucranianos ni el gobierno ucraniano quieren guerra", matizó Albares, si bien reconoció la opción está sobre la mesa.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, advirtió que si la guerra en Ucrania "viene a nosotros", la OTAN no dudará en actuar. "La nuestra es una alianza defensiva, no buscamos conflicto, pero si el conflicto viene a nosotros, estamos preparados para ello y defenderemos cada centímetro del territorio de la OTAN", apunto a su llegada a Bruselas. El secretario general de la OTAN, también se refirió a las alternativas que evalúan los socios.
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Jens Stoltenberg señaló que el ataque a la central nuclear de Zaporiyia, en Ucrania, demuestra la "irresponsabilidad" de Rusia. El secretario general insistió en que la OTAN "no es parte del conflicto, es una alianza defensiva". La alianza atlántica se maneja con cautela, pero algunos socios temen que Rusia intente expandir la intervención sobre países vecinos, en particular los bálticos. Moscú ya había avisado a Suecia y Finlandia que su adhesión a la OTAN implicaría "represalias" por parte de Rusia.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aseguró que "si ya no estamos, entonces, Dios no lo quiera, Letonia, Lituania y Estonia serán los siguientes". "Si no tienen el poder de cerrar los cielos (la zona de exclusión aérea), entonces dennos más aviones", pidió ayer el mandatario. Esta opción es la que justamente discute la OTAN en estos momentos.