Rusia

Johnson prohíbe a Aeroflot en Reino Unido y Scholz le advierte a Putin que "no subestime" a la OTAN

Londrés prevé congelar los activos de bancos rusos y vetará la financiación a empresas rusas. El canciller alemán aseguró que "esta es la guerra de Putin, no la guerra de toda Rusia".

 La invasión rusa de Ucrania puede significar un antes y un después en la relación entre Europa y Vladimir Putin. Los países de la UE ultiman sanciones, mientras el primer ministro británico Boris Johnson adelantó el paquete de penalidades con el que buscará golpear a la economía de Rusia. La semana próxima someterá a votación del Parlamento el congelamiento de los activos de bancos rusos, como VBT, vetará la financiación a empresas rusas y prohibirá a la aerolínea Aeroflot en suelo británico, una medida fuertemente simbólica.

Putin sugiere un ataque nuclear sobre Ucrania 

Johnson exigió a Rusia rendir cuentas por el ataque a gran escala y lo describió como "un agresor manchado de sangre que cree en la conquista imperial". El premier británico también limitará al máximo los depósitos de ciudadanos rusos en entidades británicas y restringirá las exportaciones. Pero el líder conservador no fue el único dirigente europeo en elevar el tono con respecto a Putin.

El canciller alemán Olaf Scholz advirtió al presidente ruso que no subestime la capacidad defensiva de la OTAN, asegurando que la invasión a Ucrania no se extenderá a otros países como los bálticos o Polonia, hostiles a Moscú. El mensaje iba dirigido en parte a llevar tranquilidad a los socios de la alianza atlántica más expuestos a las ambiciones del Kremlin. "Esta es la guerra de Putin, no la guerra de toda Rusia", en un guiño a los manifestantes rusos que están siendo detenidos por las fuerzas de seguridad. 

Putin es un agresor manchado de sangre que cree en la conquista imperial

El jefe de gobierno alemán exigió además que se revierta el reconocimiento de las repúblicas títeres de Donetsk y Lugansk en el Donbás ucraniano. Scholz espera en las próximas horas consensuar con los países de la UE las medidas para disuadir al gobierno ruso. Hasta el momento se desconoce el contenido de las sanciones y el impacto potencial en la economía de Rusia. Por el momento hay desacuerdo entre los socios, en particular por la fuerte dependencia energética y los efectos sobre la propia estabilidad europea.

Putin tiene reservas para comprar toda la deuda rusa, pero el rublo ya siente el impacto de las sanciones

El sistema SWIFT está en el centro de la discusión. Johnson empuja a la UE para que expulse a Rusia de dicho sistema, aunque una decisión semejante podría afectar negativamente a los acreedores europeos ligados a las finanzas rusas. En Bruselas dudan de la efectividad de esta exclusión y temen que Putin encuentre sistemas alternativos al SWIFT.